DENVER 23 Dic. (EP/AP) -
Casi dos días después de que una fuerte nevada forzara la suspensión de suspender todos los vuelos, el aeropuerto internacional de Denver, el quinto más transitado de Estados Unidos, reanudó de manera limitada hoy sábado algunas de sus operaciones.
Los vuelos demorados han dejado a miles de viajeros en Denver y en otros sitios con atrasos de varios días en sus itinerarios de viaje antes de la Navidad.
El primer vuelo de pasajeros en partir del aeropuerto en dos días fue el Airbus A-319 de la Frontier Airines, que llevaba sus 132 asientos ocupados con destino a Atlanta.
Según las autoridades de la Administración Federal de Aviación (FAA), podrían requerirse días para eliminar los retrasos, y algunos de estos pasajeros podrían no llegar a tiempo a sus hogares para la Navidad.
La cancelación de más de 3.000 vuelos del miércoles hasta el viernes provocó efectos colaterales que han afectado el transporte aéreo en todo el país, justo en plena temporada navideña. También hubo demoras en Atlanta debido a visibilidad baja, y en Filadelfia por el viento.
Además, las fuertes lluvias registradas al este del río Misisipí agravaron la crisis al provocar demoras en los aeropuertos de Chicago, Cleveland y Washington, así como en otras ciudades. Dos de las seis pistas del aeropuerto fueron abiertas al mediodía.
Para aquellos pasajeros que permanecen en Denver y que no han podido conseguir otro vuelo, encontrar un asiento en aviones atestados de viajeros pudiera ser imposible este fin de semana.
Joe Hodas, portavoz de Frontier, dijo que la aerolínea tiene 65.000 pasajeros varados en todo su sistema de rutas aéreas, y subrayó que "el 90% de sus vuelos ya están reservados para el fin de semana".
El portavoz de United Airlines Jeff Kovick dijo que podrían pasar varios días antes de que mucha gente consiga subirse a un avión. "Estamos pidiéndole paciencia a las personas mientras trabajamos para llevarlos a sus destinos tan pronto como sea posible", dijo.
Para la noche del jueves, dos de cada tres de las personas varadas en Denver habían encontrado una habitación en un hotel, pero la tercera parte restante durmió de nuevo en sillones y sillas de las salas de espera o en pequeños albergues construidos con cajas de cartón en los pasillos del aeropuerto.