NUEVA YORK, 31 Ene. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, pronunciará esta noche su discurso anual sobre el estado de la Unión, que se espera que esté centrado en materias domésticas, y así recuperar la popularidad perdida durante el pasado año y que no ha logrado recuperar en el comienzo de 2006, según muestra una encuesta de la NBC y el diario 'Wall Street Journal'.
El año 2005 no ha sido favorable para el presidente Bush en materia de popularidad ya que durante este año el jefe de Estado norteamericano alcanzó sus cotas más bajas de aceptación al situar su aceptación en un 38% el pasado mes de noviembre, según el sondeo publicado entonces por ambos medios. La misma encuesta este mes le mantiene en el mismo nivel de diciembre y sitúa su popularidad en el 39%.
La popularidad de Bush ha decrecido paulatinamente desde septiembre de 2001, tras los ataques del 11 de septiembre, cuando llegó al alcanzar su máximo de aceptación situándose en el 88%. Sin embargo, el aumento de las críticas a la guerra en Irak, la inexistencia de armas de destrucción masiva, los escándalos en el partido republicano y este año el huracán Katrina han hecho mella en su imagen.
Según la encuesta de NBC y WSJ, realizada entre el jueves y el domingo pasados entre 1.011 personas, el 54% de los ciudadanos estadounidenses desaprueban la labor de Bush, frente al 39% que lo aprueba. Así, el porcentaje de americanos que considera que la nación va en el buen camino es del 31%, frente a un 57% que piensa que va en el mal camino.
El discurso sobre el estado de la Unión, que versará sobre mejora de la atención sanitaria, política energética y económica, servirá para recalcar la política estadounidense en Oriente Próximo, más en concreto su presencia en Irak y llevará un mensaje de apoyo a aquellos que desean cambios en Irán. Se tratará de un discurso muy centrado en los problemas internos del país en un año en el que está previsto que se celebren elecciones en el Congreso.
En este sentido, la opinión de los encuestados sobre sus preferencias a la hora de situar representantes demócratas o republicanos en el Congreso refleja una pérdida de apoyo entre los conservadores que reciben el voto afirmativo del 38%, frente al 47% de los demócratas, con un nivel de indecisión del 15%.
