WASHINGTON 19 Oct. (EP/AP) -
El ciudadano canadiense Maher Arar no podrá recoger el premio Letelier-Moffitt de Derechos Humanos que concede anualmente el Institute for Policy Studies de Washington debido a que aún permanece en la lista de presuntos terroristas que manejan las autoridades estadounidenses.
Arar fue detenido en el aeropuerto internacional JFK de Nueva York el 26 de septiembre 2002, cuando volvía de unas vacaciones, enviado a Siria y torturado por su presunta relación con la red terrorista Al Qaeda, pero finalmente no pudo ser acusado de ningún delito y fue puesto en libertad tras 10 meses de prisión. Una comisión de investigación gubernamental canadiense ha confirmado que Arar no tiene vínculos con el terrorismo internacional, que fue brutalmente torturado y recomendó que fuese indemnizado.
A pesar del resultado de estas investigación las autoridades estadounidenses no han retirado el nombre de Arar de la lista de presuntos terroristas, por lo que no podrá viajar al país vecino. Estados Unidos no reconocido el error de su detención, de haberle mantenido incomunicado durante una semana. Cinco días después de poder realizar su primera llamada telefónica fue trasladado en un avión privado a Siria.
Arar y su abogado estadounidense, Michael Ratner, el presidente del Center for Constitutional Rights iban a viajar ayer miércoles a Washington para recibir el reconocimiento del Institute for Policy Studies, pero sólo Ratner pudo viajar a Washington y recoger el premio.
Arar pudo participar en el acto de entrega de los premios gracias a una conexión telefónica para comentar la aprobación el pasado martes de la ley sobre el tratamiento y procesamiento de los detenidos que, según muchas organizaciones de derechos civiles, legaliza de facto la tortura.
En el actos vespertino se proyectó un vídeo grabado por Arar en el que el canadiense agradecía la entrega del premio. "Significa que aún hay estadounidenses que valoran nuestra lucha por la justicia", destacó.
"Sabemos que mi historia no es única. Durante los últimos dos años hemos oído hablar de muchos otros casos de gente que ha sido secuestrada, detenida ilegalmente, torturada y finalmente liberada sin que hayan sido acusados de ningún crimen en ningún país", añadió.
"Creo que todos reconocen que he perdido cuatro años de mi vida. No he podido encontrar trabajo, pero espero que se pueda llegar a un acuerdo justo con el Gobierno", continuó.
Arar también señaló la necesidad de presionar a otros gobiernos, en especial los europeos, para que no apoyen esta política de detención ilegal e hizo referencia a los vuelos de la CIA que hacen escala en aeropuertos europeos con detenidos ilegales. "Debemos recordar esos aviones que sobrevuelan europa, y espero que si cuento mi historia a los europeos, tomarán medidas serias y prohibirán que esos pasen por Europa, ya sea sobrevolándola o haciendo escala", señaló.
El vuelo que trasladó a Arar a Siria hizo escala en Roma, pero no supo precisar qué países sobrevoló. "Mi preocupación principal mientras viajaba en el avión era cómo evitar la tortura que seguramente me esperaba en Siria", explicó.
Los premiso Letelier-Moffitt llevan los nombres de Orlando Letelier, ex embajador de Chile en Washington y Ronni Moffitt, su ayudante, ambos asesinados en un atentado con coche bomba en Washington el 21 de septiembre de 1976 por orden de los servicios secretos del dictador chileno Augusto Pinochet. Letelier y Moffitt eran los dos miembros del Institute for Policy Studies estadounidense.