NUEVA YORK 21 Feb. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
La decisión de la Administración del presidente estadounidense, George W. Bush, de otorgar a una compañía de Emiratos Arabes Unidos la concesión de las operaciones de importantes puertos de Estados Unidos ha generado una amplia controversia en el país que se ha traducido en un enfrentamiento entre los propios republicanos, principalmente debido a la negativa de aquellos cuyos estados se verían afectados por la medida.
Los gobernadores republicanos de Nueva York y Maryland, George Pataki y Robert Ehrlich, pertenecen a este segundo grupo ya que en sus estados se encuentran los principales puertos de la costa este, el de Baltimore en Maryland y el de Nueva York. La absorción del consorcio británico Peninsular and Oriental Steam Navigation por la empresa saudí Dubai Ports World le daría el control a esta última de los puertos de Baltimore, Miami, New Jersey, Nueva Orleans, Nueva York y Philadelphia.
Tanto Pataki como Ehrlich ya han anunciado que de continuar el proceso de toma de control por parte de Dubai Ports World intentarían cancelar los contratos de sus respectivos estados con la compañía. El gobernador de Nueva York exporesó ayer su "profunda preocupación" dada la "prioridad" que tiene asegurar la seguridad de las operaciones portuarias del estado y afirmó que, de forma conjunta con el estado de New Jersey, estudiarán todas las fórmulas para garantizar dicha seguridad.
Por su parte, las críticas del gobernador de Maryland se concentraron en la falta de información recibida por parte de la Administración estadounidense que no comunicó en ningún caso que se había aprobado la toma de control de las operaciones por una empresa árabe.
La preocupación estadounidense sobre la seguridad de los puertos y el descubrimiento por la opinión pública de que una empresa árabe iba a controlarlos ha provocado protestas entre numerosos congresistas estadounidenses que lo consideran un grave riesgo.