NUEVA YORK 20 Dic. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
Un informe emitido por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria del Gobierno estadounidense reveló que el Departamento de Defensa está perdiendo millones de dólares por su incapacidad para controlar los trabajadores que se encuentran en localidades remotas pertenecientes al gran número de contratas que trabajan para el Pentágono.
Según la investigación llevada a cabo, la situación está afectando a las operaciones y la moral de las tropas, debido a la incapacidad del mando militar de supervisar a los contratistas y en consecuencia conocer exactamente la amplitud del trabajo que desarrollan de cara a respaldar sus operaciones.
Según el informe, alrededor de 60.000 contratistas, muy por encima de los cerca de 9.000 empleados en la primera Guerra del Golfo, se encuentran apoyando al Ejército en el suroeste asiático, una cifra sin precedentes en la que se encuentra integrado Irak. El gran número impide a los mandos determinar cuantos contratistas se encuentran en sus bases y sus necesidades.
La investigación revela que el Ejército podría estar perdiendo alrededor de 43 millones de dólares (32,5 millones de euros) en alimentos gratuitos proporcionados a los contratistas. Asimismo, el informe critica la falta de personal militar para supervisar el cumplimiento de los contratos establecidos.