MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades estadounidenses consideran que la seguridad de su embajador en Corea del Sur, Mark Lippert --que fue atacado por un hombre con un cuchillo-- era "adecuada", pese a la tensión actual con Corea del Norte.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Marie Harf, ha explicado que la seguridad de sus embajadores a lo largo del mundo está basada en el asesoramiento de expertos y que Lippert contaba con un guardaespaldas de la Policía surcoreana.
Desde el ataque la seguridad de Lippert ha aumentado y en la actualidad cuenta con varios guardaespaldas, además de que el Gobierno estadounidense estudiará "si se necesita hacer algo más". Harf ha precisado que no se tiene previsto modificar las medidas de seguridad a otros embajadores a raíz de este ataque.
Lieppert tuvo que recibir 80 puntos de sutura en la cara para cerrar la herida causada con un cuchillo por un desconocido que se abalanzó contra él. Su atacante ha sido identificado como Kim Ki-jong, un norcoreano de 55 años.
EL ATACANTE
Kim Ki-jong, arrestado en la actualidad, ha asegurado que su objetivo era protestar contra los ejercicios militares que realizan anualmente de forma conjunta Estados Unidos y Corea del Sur, que han dado comienzo esta semana.
El atacante realizó numerosas visitas a Corea del Norte entre 1997 y 2007, por lo que las autoridades surcoreanas están investigando la posible relación entre el ataque y los viajes. Sin embargo, Harf ha indicado que la causa continúa siendo desconocida.
COREA DEL NORTE: "CASTIGO MERECIDO"
Por su parte, la agencia norcoreana de noticias KCNA consideró este ataque "un castigo merecido" por las maniobras militares conjuntas en la península e indicó que representa "el cuchillo de la justicia".
Al ser preguntada por estas declaraciones, Harf ha criticado que son "indignamente insensibles" aunque "desafortunadamente consecuentes con la naturaleza del régimen norcoreano y su retórica".
