HUNTSVILLE (TEXAS, ESTADOS UNIDOS), 25 May. (EP/AP) -
Jesús Ledesma Aguilar, un hispano convicto de dos asesinatos relacionados con las drogas fue ejecutado el miércoles en Texas, luego de un incidente en que trató de discutir con parientes de las víctimas.
Aguilar es el décimo prisionero que es ejecutado en Texas este año y el último de los tres casos programados este mes en el estado, que lleva a cabo la mayor parte de las ejecuciones en Estados Unidos.
Ledesma Aguilar miró a los ojos a varios parientes de las víctimas y les preguntó si estaban felices de que fuera a ser ejecutado.
"Yo no maté a tu padre", dijo el prisionero a una persona que erróneamente creyó que era el hijo que atestiguó el asesinato.
Algunos de los parientes comenzaron a llorar. Las autoridades carcelarias suspendieron la última declaración de Ledesma Aguilar varios minutos después de iniciarla.
Ledesma Aguilar fue declarado muerto a las 18.32 horas, siete minutos después de administrarle una inyección letal.
Ledesma y su sobrino Christopher Quiroz fueron juzgados por separado y declarados culpables del asesinato en primer grado de Leonardo Chávez, de 33 años, y de su esposa, Annette, de 31.
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la petición de los fiscales del reo para que suspendiera la ejecución a fin de que tuviera la oportunidad de refutar la información de un presunto cómplice que fue usada en el juicio.
Ledesma Aguilar, de 42 años, admitió que traficaba con marihuana del sur de Texas a Misisipí y negó que haya asesinado a la hermana de su ex socio Rick Esparza y al esposo de ésta en una disputa sobre drogas.
Pero desconocía, según los documentos judiciales, que el asesinato fue atestiguado por Leonardo Chávez hijo, quien no asistió a la ejecución.
