NUEVA YORK 19 Dic. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
La tormenta que desde la pasada semana afecta al Noroeste de Estados Unidos se ha cobrado hasta el momento la vida de 14 personas, convirtiéndose en el peor temporal de los últimos diez años, después de que los cuatro miembros de una familia murieran hoy envenenados por monóxido de carbono.
Son muchos los casos con síntomas de envenenamiento registrados hasta la fecha, ya que los frecuentes cortes de suministro eléctrico debido a la caída de postes de alta tensión derribados por los fuertes vientos obliga a los usuarios a utilizar generadores de electricidad alimentados por motores de gasolina.
La tormenta de viento se inició el pasado jueves, dejando sin electricidad a un millón y medio de hogares en la región del noroeste de Estados Unidos. Los vientos registraron ráfagas de hasta 180 kilómetros por hora y de hasta 100 kilómetros hora en el aeropuerto internacional Seattle-Tacoma, lo que provocó la cancelación de numerosos vuelos.
El estado de Washington fue declarado por su gobernador, Chris Gregoire, en estado de desastre y ha sido necesario movilizar a la guardia nacional para transportar suministros y combustible. Alrededor de 200.000 clientes se encuentran todavía sin suministro eléctrico y es posible que no se recupere hasta dentro de varios días.