WASHINGTON, 29 Mar. (EP/AP) -
El Gobierno de Estados Unidos ha pedido a los principales fabricantes de automóviles del país que comiencen a producir vehículos de menor consumo, especialmente en el sector de 'pick up', furgonetas y todoterrenos.
La iniciativa se enmarca en los cambios normativos sobre los carburantes que entrarán en vigor en Estados Unidos en 2008 y permanecerán vigentes hasta 2011. El país pretende reducir su dependencia de las importaciones de petróleo ante el encarecimiento del crudo.
La nueva normativa representa el cambio más importante del sistema de ahorro de carburante (Corporate Average Fuel Economy) en las últimas tres décadas y afectará a la gama de productos de los fabricantes automovilísticos.
Esta medida se suma a las declaraciones del presidente estadounidense, George Bush, quien señaló que Estados Unidos es "adicto al petróleo". Bush prevé reducir un 75% la importación de petróleo de Oriente Medio antes del año 2025.
Los nuevos cambios fueron anunciados por el secretario de Transporte estadounidense, Norman Mineta, quien precisó que esta iniciativa no se aplicará a los turismos.
Los grupos medioambientales han presionado para implantar estos niveles de ahorro de carburante y pretenden que las reglas comiencen a aplicarse a 'trucks' largos y a 'sport utility vehicles' como el Hummer H2 y el Chevrolet Suburban.
Asimismo, quieren que la Administración Bush mejore las propuestas del pasado verano para conseguir un ahorro de 10.000 millones de galones de petróleo en los vehículos vendidos entre 2008 y 2011. En este sentido, el Gobierno estadounidense señaló que ahorrarán más combustible que nunca en la historia del programa de 'trucks' ligeros.
PRIMERA PROPUESTA EN VERANO.
La propuesta realizada el pasado verano también contemplaba la eliminación de una normativa para 'trucks' ligeros y la creación de diversos objetivos de ahorro de combustible para diferentes categorías de vehículos.
Los fabricantes de automóviles confirmaron que este plan supondrá que en los próximos siete años aumenten los requisitos de ahorro de carburante para los 'trucks' ligeros. La industria de automoción estadounidense se enfrentó a tentativas previas de aumentar estos standards, aunque expresó que colaborará con estas directivas.
Grupos automovilísticos como General Motors y Ford indicaron que el actual sistema atenta contra la competencia, porque las ventas de 'sports utility vehicles' más grandes tienen que compensarse con la venta de 'trucks' más pequeños para cumplir con la normativa de combustible.
