WASHINGTON, 13 Mar. (EP/AP) -
El Gobierno estadounidense realizó hoy un esfuerzo para tranquilizar a Japón y a otros países extranjeros consumidores de carne tras el posible caso de vaca loca aparecido en tierras norteamericanas.
El portavoz del Departamento de Agricultura, Ed Loyd, emplazó a los consumidores potenciales a esperar el resultado del análisis que se está haciendo en un laboratorio de Iowa a la vaca hallada muerta el sábado.
"Mantenemos a todos ciertamente informados de la situación y entregaremos toda la información que tengamos", aseguró Loyd después de que en la jornada de ayer Hong Kong ya anunciase sus reservas a seguir exportando carne procedente de Estados Unidos.
"Cuando tengamos más resultados de pruebas, los compartiremos con Japón y nuestros socios comerciales", añadió Loyd.
El propio Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció ayer la apertura de una investigación sobre un posible caso del mal de las vacas locas en el país, según indicó el jefe veterinario de la agencia federal.
Las alarmas se dispararon tras una prueba rutinaria. Aunque la localización geográfica del animal muerto no fue precisada, John Clifford aseguró que la carne de éste no ha sido ingerida por ningún ser vivo. "Estamos muy confiados de la sanidad del ganado de Estados Unidos", comentó Clifford.
La agencia federal comenzó la investigación conduciendo pruebas más detalladas a su laboratorio en Ames, en el estado de Iowa, y los resultados podrían tardar en darse a conocer de cuatro días a una semana.
"Las pruebas no concluyentes" que se tienen hasta ahora "no significan que hayamos encontrado un nuevo caso" de encefalopatía espongiforme bovina, nombre con el que se conoce la enfermedad, según apuntó Clifford.
El consumo humano de ganado enfermo con el mal de las vacas locas ha causado hasta la fecha más de 150 muertes en el mundo, especialmente en Reino Unido, donde la anomalía fue detectada a mediados de la década de 1980.