LIVINGSTON (TEXAS), 19 (EP/AP)
Un hombre condenado a muerte por el asesinato de un trabajador de una gasolinera de 27 años de edad será ejecutado hoy mediante inyección letal en Hunstville, Texas. El condenado, Michael Dewayne Johnson, insiste en que él no causó los disparos y que fue su compañero, David Vest, quien causó la muerte del joven.
"Yo nunca había visto a ese tipo", declaró Johnson en referencia al fallecido en el tiroteo, Jeff Wetterman. Vest cumplió ocho años de cárcel tras un acuerdo con las partes sobre su sentencia, y testificó contra su amigo, que ahora está pendiente de su ejecución esta próxima noche en Hunstville. Vest se encuentra actualmente libre.
Johnson, de 29 años y que tenía 18 en el momento del crimen, en septiembre de 1995, va a ser el vigesimosegundo preso ejecutado este años en Texas y el primero de los cinco previstos para las próximas cinco semanas.
Crawford Long, un asesor del fiscal de distrito del condado de McLennan, aseguró que los dos hombres dispararon a Wetterman porque no podían pagar la gasolina con que acababan de repostar un automóvil robado. "Supongo que Johnson tuvo miedo de que en cuanto se fueran él pudiera conseguir el número de la licencia y les buscase la Policía", afirmó.
La próxima semana será ejecutado otro hombre, Gregory Summers, al que se acusa de encargar el asesinato en 1990 de sus padres y de un tío, apuñalados en su vivienda de Abilene. El hombre que llevó a cabo los crímenes fue ejecutado en 1999.