BAILEY (COLORADO, ESTADOS UNIDOS), 29 (EP/AP)
Los investigadores del asalto a un instituto de Colorado por parte de un hombre que tomó seis estudiantes femeninas como rehenes, para matar posteriormente a una de ellas antes de suicidarse, estudian posibles conexiones entre el asaltante y sus víctimas, algunas de las cuales sufrieron abusos sexuales durante el suceso.
La Policía ha abierto esta línea de investigación después de que el asesino, Duane R. Morrison, pidiera referencias a un alumno del centro con una lista con nombres de las estudiantes que acudían a las clases del Instituto Platte Canyon, donde tuvo lugar el incidente.
Según el alguacil del condado, Fred Wegener, "el sospechoso se acercó al estudiante y le preguntó sobre las estudiantes del centro", pero después añadió que no se encontraba seguro de si era una lista escrita o nombres al azar.
Tampoco se ha revelado si entre los nombres de la lista se encontraba el de la joven de 16 años Emily Keyes, a la que Morrison disparó en la cabeza cuando el equipo de Operaciones Tácticas Especiales de la Policía (SWAT) irrumpió en el centro para rescatar a los rehenes.
Wegener, explicó que las autoridades decidieron entrar a la escuela después de que el sospechoso suspendió las negociaciones y fijó un plazo. En ese momento, el pistolero había soltado a cuatro estudiantes que tenía como rehenes, pero seguía parapetado junto con dos niñas.
"Entonces se decidió que era necesario aplicar una solución táctica en un esfuerzo por salvar a las dos rehenes", dijo el alguacil. "Se dio la orden de entrar, entonces el sospechoso disparó a una de las rehenes y luego se suicidó".
Dijo que el hombre había amenazado a los rehenes durante cerca de cuatro horas. No fue identificado de inmediato, y el alguacil no pudo dar ninguna posible motivación.
Los estudiantes describieron la escena como "caótica" después de que se les comunicara por los altavoces que había un 'código blanco' y que todos tenían que abandonar sus clases.