NUEVA YORK, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los Ejércitos estadounidense y jordano están desarrollando planes conjuntos con el fin de garantizar que el vasto arsenal de armas químicas y biológicas que tiene el Gobierno de Bashar al Assad no caiga en las manos equivocadas en caso de que finalmente el régimen se venga abajo, según informa este viernes el 'Wall Street Journal', que cita fuentes oficiales norteamericanas y árabes.
Uno de los planes que se contemplan es que fuerzas especiales jordanas, que actuarían en el marco de una misión de paz más amplia de la Liga Árabe, entren en Siria para garantizar la seguridad de una decena de lugares donde se cree que está dicho armamento, entre el que habría agentes nerviosos y gas mostaza, según las fuentes.
Una delegación de alto nivel de responsables de defensa jordanos visitó a finales de febrero el Pentágono, según las fuentes, que han aclarado que tanto Washington como Amán descartan operaciones unilaterales de fuerzas especiales en Siria.
Ambos países se decantan por que cualquier misión de mantenimiento de paz que llegara a desplegarse en el país tenga entre sus cometidos el localizar y garantizar la seguridad de los lugares donde el régimen sirio tiene almacenado su arsenal bioquímico.
Según el 'WSJ', Siria contaría con uno de los mayores arsenales de armas químicas del mundo y es uno de los siete países que no firmó la Convención de Armas Químicas de 1992 que prohíbe la producción, almacenamiento y uso de tal armamento.
Desde la llegada al poder de la familia Al Assad hace cuatro décadas, el país se ha dotado de un vasto arsenal de gas mostaza, agente nervioso sarín y cianuro, de acuerdo con información desclasificada de la CIA. Una parte importante de dichos agentes habría sido colocada en proyectiles de artillería e incluso en misiles Scud y SS-21 por el régimen con la ayuda de países como Rusia, Corea del Norte, Egipto o Irán, según fuentes oficiales norteamericanas.
Este arsenal se encontraría almacenado en una decena de lugares, principalmente en el centro y el norte del país, algunos de los cuales se encuentran en ciudades que están siendo asediadas por las fuerzas gubernamentales, como Hama o Homs.
POSIBLES DESTINATARIOS
Aunque Washington no cree que el régimen sirio vaya a emplear este armamento contra la población, sí que cree que Al Assad terminará cayendo. Llegado ese caso, los países vecinos, principalmente Jordania y Turquía, temen lo que pueda ocurrir con estas armas.
Según el diario, las autoridades de ambos países han expresado su preocupación ya que se sabe que elementos de la oposición siria tienen contactos con Al Qaeda y otros grupos terroristas que podrían emplear dicho armamento para cometer atentados en la región.
Asimismo, responsables de defensa han manifestado el temor de que las armas puedan terminar el manos del partido-milicia chií libanés Hezbolá o de otros grupos radiales de la región. Esta sería también una de las preocupaciones que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habría trasladado al presidente estadounidense, Barack Obama.
