NORWALK (OHIO, EEUU), 23 (EP/AP)
Una pareja estadounidense acusada de forzar a sus 11 hijos a dormir en jaulas de alambre diseñadas para pollos ha sido declarada culpables de poner en peligro la vida de los pequeños -todos ellos adoptados- y de abuso infantil.
Un jurado halló culpables a Michael Gravelle, de 57 años, y a su esposa, Sharen, de 58, de cuatro delitos graves por poner en riesgo a los niños, dos delitos menores por la misma razón y cinco delitos menores por abuso infantil. Sin embargo, ambos acusados fueron absueltos de otros 13 delitos.
Los padres argumentaron durante su juicio de tres semanas que necesitaban mantener a algunos de sus hijos en camas cerradas adaptadas con alarmas para protegerlos de sí mismos y de los demás y evitar que deambularan en la noche.
La pareja podría ser condenada de uno a cinco años de prisión y a una pena máxima de 10.000 dólares por cada delito. Los castigos por delitos menores incluyen el testimonio de una trabajadora social y otros testigos que declararon que nunca presenciaron abusos y afirmaron que el comportamiento de los niños mejoró debido a las jaulas, las cuales fueron pintadas de brillantes tonos de azul y rojo.
La fiscalía afirmó que la pareja fue cruel. Los testigos entre los que se encontraban el comisario de policía y a algunos de los niños que dijeron que las jaulas tenían manchas de orina y no tenían ropa de abrigo o sábanas, ni siquiera almohadas o colchones.
Uno de los niños Gravelle testificó que fue forzado a vivir en un baño por 81 días, y que tuvo que dormir en la bañera porque mojaba la cama.
Los abogados de los Gravelle negaron esos cargos, diciendo que el chico exageró el número de días que se quedó en la bañera, y expertos de la defensa testificaron que esa técnica ayudó al niño.