WASHINGTON, 14 Jun. (EP/AP) -
El Pentágono desclasificará algunos de sus métodos de interrogatorio a petición del Congreso, que solicitó que se hicieran públicas las técnicas para la extracción de información que podrían haber sido clasificadas como secretas dentro de los nuevos manuales militares, según indicaron el martes dos autoridades del Departamento de Defensa.
Los dos oficiales de alto rango, que pidieron no ser identificados porque el manual de interrogación aún no ha sido concluido, dijeron que no habrá una sección secreta en el Manual de Campo del Ejército.
Uno de los funcionarios indicó que las descripciones de las técnicas de interrogación planeadas inicialmente para la sección restringida se van a hacer públicas o serán eliminadas como estrategias que pueden usarse para hacer hablar a los prisioneros.
"Creo que esto es algo gigantesco", dijo Elisa Massimino, directora en Washington del grupo Human Rights First. "Es un paso muy significativo para crear el tipo de claridad en las normas que el personal militar ha dicho que les hace falta y que ha desembocado en muchos de los abusos".
La decisión se produce a pesar de los argumentos por parte de altos mandos militares, que afirmaban que al dar a conocer todas las técnicas de interrogación, los detenidos podrían resistir con más efectividad.
El tratamiento de los detenidos por parte del Ejército ha estado bajo mayor escrutinio desde que hace dos años se conoció el escándalo por el abuso de prisioneros en la prisión iraquí de Abu Ghraib. Algunas fotografías divulgadas en ese tiempo mostraban a soldados estadounidenses golpeando, intimidando y abusando sexualmente de las personas detenidas.
Algunas de las autoridades del Departamento de Defensa han estado en desacuerdo sobre si los detalles de algunos procedimientos de interrogación deberían permanecer secretos y ser publicados en una sección de acceso restringido.
Sin embargo, el mes pasado varios miembros del Congreso le advirtieron en privado al Pentágono que no mantuviera en secreto esos procedimientos. La falta de un acuerdo contribuyó a la larga demora en la publicación del manual, que ha estado bajo elaboración por más de un año.
Los congresistas argumentaron que el incluir una sección secreta, donde se detallaría lo que los interrogadores pueden y no pueden hacerle a los prisioneros, podría incrementar las preocupaciones tanto en el país como en el extranjero de que el Ejército estadounidense está ocultando técnicas de tortura que violan la ley o las normas que rigen el tratamiento a detenidos.