EEUU podría ampliar la "guerra encubierta" en Pakistán más allá de las zonas tribales, según el NYT

Actualizado: miércoles, 18 marzo 2009 13:38


NUEVA YORK, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su equipo de asesores de seguridad nacional están considerando ampliar la "guerra encubierta" estadounidense en Pakistán más allá de las ingobernables zonas tribales para atacar otro feudo talibán en Baluchistán, donde los principales líderes talibán están orquestando ataques en el sur de Afganistán, según el periódico estadounidenses 'New York Times'.

Dos de los informes de alto nivel sobre Afganistán y Pakistán que han sido presentados a la Casa Blanca en las últimas semanas instan a que se amplíe el área considerada como objetivo para incluir así el paraíso terrorista que se extiende alrededor de la ciudad de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, según una información publicada ayer por dicho diario, que cita altos funcionarios de la Administración estadounidense.

Hasta ahora, los ataques aéreos llevados a cabo por aviones de combate no tripulados ('drones') de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) en Pakistán se han limitado a las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA) y nunca se han extendido a Baluchistán, una extensa provincia que limita con las FATA, Afganistán e Irán, controlada por el Gobierno central. Pero algunos oficiales estadounidenses advierten de que los ataques aéreos en las áreas tribales han obligado a algunos líderes talibán y de Al Qaeda a huir hacia Quetta.

En sendos informes, grupos liderados por el general David Petraeus, comandante de las fuerzas estadounidenses en la región, y el general Douglas Lute, un alto funcionario de la Casa Blanca destinado en Afganistán, recomiendan ampliar las operaciones de las fuerzas norteamericanas más allá de las zonas tribales, si las autoridades de Pakistán no pueden erradicar la creciente insurgencia.

ATAQUES TERRESTRES TRANSFRONTERIZOS

Además, muchos de los asesores de Obama aconsejan al presidente que mantenga las órdenes de su predecesor George W. Bush de continuar con los ataques de aviones de combate no tripulados contra un mayor espectro de objetivos en las áreas tribales. En este sentido, Bush ordenó clasificar como objetivos a un amplio número de grupos insurgentes que buscan derrocar al Gobierno de Pakistán. Asimismo, recomiendan reservar la opción de llevar a cabo acciones transfronterizas terrestres, utilizando a la CIA y comandos especiales de operaciones, como ya se hizo el pasado septiembre.

Un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, Mike Hammer, rehusó confirmar los detalles sobre la nueva estrategia y dijo que "seguimos trabajando duro para finalizar la revisión sobre Afganistán y Pakistán que el presidente ha pedido", citó el 'NYT'. Otros altos funcionarios se negaron a hablar 'on the record' sobre el asunto, justificando que la Administración continúa deliberando y la volátil naturaleza política de Pakistán.

Únicamente, uno de los altos funcionarios que habló con el 'NYT' bajo condición de anonimato dijo que existe "un acuerdo amplio para mantener y continuar esos programas encubiertos". "Uno de los fundamentos en los que se basan las recomendaciones al presidente es que tenemos que seguir desmontando los paraísos" terroristas, añadió.

Según las fuentes consultadas por el periódico, Obama no ha tomado ninguna decisión respecto a la nueva estrategia, pero se espera que lo haga en los próximos días, después de que escuche las recomendaciones de sus asesores.

No obstante, la extensión de la "guerra encubierta" en Pakistán provocaría el enfado de la mayoría de los demócratas, preocupados por que Obama se empantane en un conflicto largo en Afganistán, por lo que es posible que la decisión sobre las "acciones encubiertas" nunca sea anunciada públicamente, según el 'NYT'.

ALTO RIESGO PARA LOS CIVILES

Las fuentes reconocieron que tanto los ataques aéreos como las redadas de comandos estadounidenses en la ciudad de Quetta o los asentamientos y campos de refugiados afganos que hay alrededor de la ciudad, cerca de la frontera con Afganistán, supondrían un alto riesgo para la población civil.

Pakistán se opone a los ataque aéreos no sólo porque los considera una violación de su soberanía sino también porque cree que complican sus esfuerzos para hacer frente a los radicales, debido al impacto negativo que tienen las víctimas civiles de estos ataques sobre la población.

El portavoz del Ministerio de Exteriores de Pakistán Abdul Basit, dijo hoy que estaba al corriente de la información publicada por el 'NYT', según informó Reuters. "Como hemos venido diciendo, creemos que esos ataques son contraproducentes", reiteró. "Estos implican daños colaterales y no ayudan a los esfuerzos de ganar los corazones y las mentes", explicó.