LEXINGTON (KENTUCKY, ESTADOS UNIDOS), 27 (EP/AP)
El presidente de la compañía Comair, Don Bornhorst, ha anunciado la apertura de una investigación para aclarar las causas que llevaron hoy a uno de sus aparatos a estrellarse poco después de despegar en Lexington, en el estado norteamericano de Kentucky, provocando la muerte a 49 personas.
En el momento del siniestro viajaban 50 personas a bordo del aparato, 47 pasajeros y tres miembros de la tripulación. Una persona pudo ser rescatada de entre los restos del avión, que quedó envuelto en llamas tras impactar contra el suelo.
El superviviente es el primer oficial del avión, identificado como James Polehinke por Bornhorst. Fue trasladado en estado grave al hospital Universitario de Kentucky, donde continúa ingresado.
El aparato, un Bombardier Canadien Regional Jet (CRJ) de la aerolínea Comair, filial de Delta Airlines, se estrelló a las 6:07 horas (hora local) a un kilómetro y medio del aeropuerto de Lexington, según explicó una portavoz de la Administración Federal de Aviación (FAA), Kathleen Bergen.
Hasta el momento se desconocen las causas del accidente, pero las autoridades descartaron inmediatamente la posibilidad de que se tratara de algo relacionado con el terrorismo. En el momento del choque, caía una lluvia ligera.
"No contamos con ningún indicio en absoluto de que haya tenido algo que ver con terrorismo", aseguró Laura Brown, otra portavoz de la FAA. Por su parte, un portavoz de la Policía de Lexington, Sean Lawson, señaló que los investigadores están tratando de determinar si el piloto hizo despegar el aparato desde la pista equivocada.
Mientras, el presidente de Comair dijo que no podía especular sobre la causa del accidente. "Los tripulantes habían estado trabajando con el mismo avión durante bastante tiempo", declaró.
Asimismo, Bonhorst aseguró que el mantenimiento del avión se encontraba al día, y que el último mantenimiento de rutina había sido realizado ayer sábado.
Una portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, dijo que el presidente George W. Bush, que pasa el fin de semana en la residencia veraniega de su familia, en la costa de Maine, fue informado sobre el siniestro y que quiso transmitir "su más sentido pésame a las familias de las víctimas de esta tragedia".
Este accidente ha marcado el fin de lo que era considerado "el período más seguro en la historia de la aviación" en Estados Unidos. No se habían registrado accidentes de envergadura desde el 12 de noviembre de 2001, cuando un avión de American Airlines se estrelló en una urbanización de Queens, Nueva York, provocando la muerte a 265 personas, incluidas cinco que estaban en tierra.