EEUU.- El presidente de Ford descarta la suspensión de pagos

Actualizado: jueves, 6 abril 2006 12:58

DETROIT (ESTADOS UNIDOS), 6 Abr. (EP/AP) -

El presidente del grupo estadounidense Ford, William Clay Ford, descartó hoy que la suspensión de pagos sea una opción para la empresa, que se encuentra en pleno plan de reestructuración para lograr que su división norteamericana retorne a los beneficios.

El máximo responsable de la compañía indicó que Ford tiene una fuerte liquidez, con alrededor de 31.000 millones de dólares (25.410 millones de euros), y añadió que las regiones de fuera de Norteamérica "rinden muy bien".

El fabricante automovilístico alcanzó un beneficio de 1.640 millones de euros el pasado año, lo que se traduce en una reducción del 42% frente al ejercicio precedente.

No obstante, su filial norteamericana registró unas pérdidas de 1.310 millones de euros el pasado año. Asimismo, la compañía pierde cuota de mercado en Estados Unidos, con un 18% de penetración, un 26% menos que hace una década.

"Somos conscientes de la actual situación de la industria y de muchas de las compañías con las que negociamos y, francamente, de nuestro deterioro de los ratings por parte de las agencias de calificación financiera, y estamos trabajando muy duro en nuestros negocios", indicó Ford.

Asimismo, el presidente de la multinacional estadounidense destacó que "Ford tiene un gran problema y éste es la división estadounidense de automóviles". "Vamos a solucionar esto, y cuando lo hagamos, esta discusión desaparecerá", agregó.

PLAN DE REESTRUCTURACION.

Ford recordó que la compañía está trabajando en su plan de reestructuración en Norteamérica, que pretende reducir 30.000 puestos de trabajo y cerrar 14 instalaciones industriales en el año 2012.

"Lo primero que tenemos que hacer es trabajar con honradez, con honradez sobre nuestra posición competitiva, sobre la fuerza o debilidad de nuestros productos, de nuestros procesos, y negociar de tú a tú con honestidad verdadera", indicó.

Por su parte, General Motors también descartó la suspensión de pagos a pesar de registrar unas pérdidas de 8.690 millones de euros durante el pasado año.