MIAMI, 4 Dic. (EP/AP) -
Hoy han sido publicadas varias imágenes en las que se puede apreciar las condiciones en las que permanecen recluidos algunos sospechosos de terrorismo que permanecen bajo custodia del Ejército de Estados Unidos por ser "combatientes enemigos". José Padilla, presunto colaborador de Al Qaeda, aparece en las imágenes encadenado de pies y manos, con auriculares y una visera oscura que le impedían moverse, oír y ver.
Las imágenes, extraídas por los abogados de Padilla de un vídeo recientemente desclasificado por el Departamento de Defensa, muestran cómo dos guardias vestidos con uniforme de camuflaje y cascos antidisturbios sacan a Padilla de su celda para conducirle al lugar donde será interrogado.
Se trata de las primeras imágenes de Padilla desde que fuera internado hace tres años y medio en una prisión de la Marina situada en Charleston, en Carolina del Sur.
Estas imágenes, registradas el pasado viernes en un tribunal federal de Miami, forman parte de un intento de los abogados de Padilla para que sean sobreseídas las acusaciones de terrorismo que pesan sobre él sobre la base de la presunta tortura a la que ha sido sometido bajo custodia militar.
"La tortura que ha sufrido el señor Padilla le ha dejado secuelas tanto físicas como emocionales" aseguró uno de los abogados de Padilla, Orlando do Campo, tras presentar estas pruebas. "El tratamiento que ha dado el Gobierno al señor Padilla le ha robado su personalidad", afirmó.
Los abogados de Padilla sostienen que ha sido obligado a permanecer posiciones de tensión que le provocaron dolor, que le fue suministrado LSD o alguna otra droga como "suero de la verdad", que ha sido sometido a ruidos ensordecedores y olores fétidos, privación de sueño, calor y frío extremos y luces dañinas.
La Fiscalía y responsables del Departamento de Defensa han negado en repetidas ocasiones las acusaciones de tortura y ha presentado alegaciones en las que asegura que ha sido tratado de forma humanitaria y que las tácticas empleadas lo eran por motivos de "seguridad y protección".
Padilla, un antiguo miembro de una banda de Chicago, fue declarado "combatiente enemigo" en junio de 2002, tras llegar al Aeropuerto Internacional O'Hare de Chicago bajo la acusación de ser un agente de Al Qaeda que pretendía detonar una "bomba sucia" radioactiva en una ciudad estadounidense.
La batalla legal sobre la situación de los presuntos terroristas provocó que Padilla fuera trasladado y entregado a las autoridades civiles el pasado mes de enero. Está acusado de colaboración terrorista y será juzgado en Florida, previsiblemente a partir del 22 de enero.