WASHINGTON (AP)
El senador demócrata Tim Johnson, cuya ausencia podría dejar a la cámara alta nuevamente en manos republicanas, muestra una mejora significativa después de una neurocirugía de emergencia a la que debió someterse para frenar una hemorragia, y los médicos dicen que "todo va a ir bien", aseguró el domingo el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid.
Sin embargo, cuando se le preguntó a Reid si el senador por Dakota del Sur estaba consciente, éste respondió en una entrevista por televisión, "No soy médico, eso habría que preguntárselo a su familia".
Reid, que visitó a Johnson en varias ocasiones luego de una operación el miércoles tras sufrir una hemorragia cerebral, dijo que "Su mejora ha sido significativa".
Pero Noah Pinegar, portavoz de Johnson, dijo que el senador continúa en estado grave. Se negó a responder cuando se le preguntó si Johnson estaba consciente o sedado.
Johnson sufrió el miércoles una hemorragia en el cerebro causada por una condición inusitada y algunas veces mortal. Su padecimiento sobrevino unas semanas antes de que los demócratas tomen el control del Senado.
Los demócratas tenían hasta ahora una mayoría de 51-49 en el nuevo Senado que iniciará sus sesiones dentro de tres semanas, tras las elecciones del 7 de noviembre en que recuperaron el control de ambas cámaras del Congreso.
Si Johnson debe pedir la baja, un reemplazo sería nombrado por el gobernador republicano de Dakota del Sur, Mike Rounds. El gobernador puede designar a un republicano como sucesor eventual de Johnson.
El nombramiento de un republicano crearía un equilibrio de 50 escaños contra 50, y permitiría en términos efectivos que el partido del presidente George W. Bush conservara el control del Senado, pues el vicepresidente Dick Cheney tiene un voto de desempate.