LIVINGSTON (TEXAS), 24 Jul. (EP/AP) -
Lonnie Earl Johnson, condenado a muerte por el asesinato de dos adolescentes, podría ser ejecutado hoy martes en Texas después de que el Tribunal de Apelaciones del Estado rechazara el pasado viernes una solicitud para que se suspendiera la aplicación del castigo.
Johnson, de 44 años, fue declarado culpable de la muerte de Leroy 'Punkin' McCaffrey Jr., de 17 años, y Sean Fulk Schulz, de 16, el 15 de agosto de 1990. Según las autoridades, el hombre les dijo a los jóvenes, en el exterior de una tienda de 24 horas, que su automóvil estaba estropeado y les pidió ayuda para levantarlo.
Johnson, por su parte, aseguró que estaba practicando 'jogging' y que los adolescentes se ofrecieron para acompañarle hasta su casa, a lo que accedió. El procesado afirmó que los dos jóvenes le apuntaron con una pistola y éste, por temor a su vida, forcejeó con ellos para arrebatarles el arma y durante la pelea recibieron los disparos.
Los abogados de Johnson, de raza negra, aseguraron que éste actuó en legítima defensa, ya que los dos adolescentes, blancos, empezaron a insutarle con frases racistas. Asimismo, acusaron a los fiscales del condado de Harris de ocultar pruebas favorables a él y de actuar a partir de falsos testimonios ante el tribunal.
"Esto es repugnante", declaró Chris Schulz, padre de Sean Fulk Schulz, respecto a los argumentos de la defensa. "Están convirtiendo a las víctimas en verdugos con historias como ésas, es una de las historias más increíbles que he oído, conociendo a mi hijo. No era racista, era una persona amable, ayudaba a todo el mundo", añadió.
El Tribunal Penal de Apelaciones de Texas rechazó el pasado viernes una petición para que suspendiera el castigo y desde entonces se ha apelado a instancias federales. Por su parte, los fiscales del condado de Harris han asegurado que las supuestas acusaciones de racismo presentadas por Johnson no salieron en ningún momento durante el juicio.
En caso de cumplirse la sentencia, Johnson sería el decimonoveno recluso ejecutado este año en Texas. El próximo podría ser Kenneth Parr, acusado por la violación y asesinato de una mujer de 28 años en enero de 1998. Su ejecución está prevista para el 15 de agosto mediante inyección letal.
