CAIRO 31 Ago. (EP/AP) -
Los principales clérigos musulmanes de Egipto encabezan las oraciones por el Nobel Naguib Mahfouz, que fue objeto de críticas y de una fatua por parte de los fundamentalistas en vida.
El presidente, Hosni Mubarak, tiene previsto participar en el funeral militar por la tarde. Mahfouz, el único árabe que ha ganado el premio Nobel de Literatura, murió ayer a los 94 años.
El ataúd de Mahfouz está envuelto en una mortaja verde con las palabras "no hay más Dios que Dios" en letras blancas, fue llevado a la mezquita de Hussein, a donde acudía con su madre en su infancia, rodeado de admiradores y amigos que cantaban "Al cielo eterno, Naguib".
"Con fe leemos entre líneas en los libros de Mahfouz. Consiguió llegar a todos los corazones del mundo, no sólo a los árabes o a los musulmanes" dijo el Gran Mufti de Egipto, Ali Gomaa, el líder espiritual de la etnia suní en el país.
Mahfouz causó mucha controversia entre los conservadores con sus llamadas a la tolerancia religiosa. En 1994, un militante islámico le apuñaló tras haber recibido una fatua en 1989 por una de sus novelas, "Los chicos de Gebelaya", considerada blasfema.
Mahfouz es considerado ateo por muchos musulmanes. Gomaa cree que es un mito. "Queremos probar lo contrario", dijo.
En el funeral también se encontraba Mohammed Sayed Tantawi, el gran jeque de la universidad suní de Al-Azhar. La presencia de dos clérigos prominentes se entendió como un intento de rebatir las acusaciones de que Mahfouz no era una musulmán devoto.
La novela "Los chicos de Gebelaya", publicada en 1959, tiene como personajes simbólicos a Moisés, Jesús y Mahoma. Mahfouz sugiere que el profeta definitivo, después de Mahoma, es la ciencia. Muchos islamistas fundamentalistas consideran la descripción de Mahoma una blasfemia.
El Premio Nobel le fue concedido en 1988, y le consagró como el mejor escritor de Oriente Próximo, con 34 novelas, cientos de cuentos y guiones durante su carrera. Las novelas de Mahfouz muestran la vida cotidiana en su barrio en El Cairo.