MADRID 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un asesor del presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha presentado este viernes su dimisión en protesta con la declaración constitucional promulgada por el mandatario durante la jornada del jueves, que ha descrito como "no democrática" y "un paso atrás".
"He tomado la decisión de dimitir porque no fui consultado sobre la última decisión", ha dicho el asesor presidencial para Transición Democrática y Modernización del estado, Samir Morcos, según ha informado el diario egipcio 'Al Ahram'. Morcos era uno de los tres cristianos coptos que componen el equipo de asesores del presidente.
Uno de los puntos más controvertidos del texto aprobado por Mursi es el sexto, en el que se establece que "el presidente está autorizado para tomar cualquier medida que considere adecuada para preservar y salvaguardar la revolución, la unidad y la seguridad nacional".
Varias voces críticas con el presidente han manifestado que este artículo supone una declaración de ley marcial bajo el disfraz de un artículo parte de un decreto, al tiempo que han mostrado su preocupación ante las posibles implicaciones de una formulación tan laxa, ya que queda abierta a interpretación la forma de aplicar o las situaciones en las que aplicar el artículo.
Asimismo, el sistema judicial no podrá vetar, anular ni enmendar ninguna ley, declaración o decreto emitido por Mursi desde que llegó al poder hasta que se ratifique una nueva Carta Magna y se haya elegido un nuevo Parlamento, protegiendo así sus decisiones de cualquier tipo de revisión.
Además, en su declaración constitucional, Mursi ha decretado que la Asamblea Constitucional no podrá ser disuelta ni por el sistema judicial ni por el Consejo de la Shura (la Cámara Alta del Parlamento egipcio), y que el organismo --dominado por Hermanos Musulmanes-- contará con otros dos meses de plazo para redactar la Carta Magna del país, extendiendo el plazo de los seis a los ocho meses.
Por último, ha ordenado la destitución del fiscal general del país, Abdel Maguid Mahmoud, y el nombramiento de Talat Abdulá --quien ha jurado su cargo minutos después de que Mursi terminara la lectura del decreto-- sin la aprobación del Consejo Judicial Supremo.
MANIFESTACIONES EN EL PAÍS
Miles de personas se han manifestado este viernes en El Cairo en una jornada convocada en conmemoración de los fallecidos y heridos durante la represión de una sentada en noviembre de 2011 en la calle Mohamed Mahmud, unas protetas que se saldaron con 45 muertos y centenares de heridos y detenidos.
Sin embargo, la aprobación del decreto ha provocado que se hayan concentrado también para protestar por la deriva autoritaria del presidente. En el marco de las protestas, las fuerzas de seguridad han utilizado gases lacrimógenos para dispersar a los presentes, ante lo que algunos de los manifestantes han respondido a los agentes lanzando piedras y cócteles molotov, lo que ha provocado varias cargas. A la movilización se han sumado a lo largo de la tarde varios grupos de hinchas radicales de clubes de fútbol.
En la céntrica plaza Tahrir todavía continúan miles de manifestantes cantando proclamas contra el presidente Mursi. Un portavoz del Ministerio de Salud ha informado de que los enfrentamientos en el centro de la capital egipcia han dejado, por el momento, 18 heridos.
La protesta contra Mursi en la capital egipcia ha coincidido con los enfrentamientos entre partidarios y detractores del mandantario que se han registrado en nueve provincias del país (Alejandría, Ismailia, Assiut, Port Said, Suez, Mahalla, Damietta, Menya y Aswan).
Tras los enfrentamientos entre manifestantes y agentes en Tahrir y entre partidarios y detractores de Mursi en varias ciudades, el primer ministro egipcio, Hisham Kandil, ha convocado una reunión de urgencia con los ministros de Interior y de Defensa, Ahmed Gamal al Din y Abdelfatá Said Elsisi, para analizar la situación y estudiar las medidas a adoptar, según Al Arabiya.