EL-ARISH (EGIPTO), 7 Oct. (EP/AP) -
La Policía egipcia empleó ayer gas lacrimógeno para dispersar a los miles de manifestantes que quemaron neumáticos y bloquearon las calles para protestar por el reciente ataque de beduinos en el que al menos cinco personas resultaron heridas, explicaron las autoridades. Como consecuencia de esta actuación policial, otras seis personas resultaron heridas.
"Tenemos el derecho a estar frustrados y enfadados", dijo el líder tribal Abdulhammed Musalim, quien expresó el deseo del pueblo egipcio de "hacerles saber que no es aceptable que alguien de fuera pueda entrar en una zona y atacar a las personas de allí", señaló. "Las autoridades deben actuar y protegernos de los bandidos", afirmó.
El conflicto comenzó ayer por la tarde cuando una veintena de hombres enmascarados abrieron fuego aleatoriamente en la zona de Fawakhriyah, resultando tres personas heridas y varios coches y establecimientos destrozados, según las autoridades.
Posteriormente a este ataque, más de 5.000 personas se echaron a la calle para solicitar a su Gobierno una mayor seguridad en las calles. Al aumentar la concentración de personas, las autoridades egipcias decidieron enviar cientos de policías como refuerzo.
