EL CAIRO, 26 Sep. (EP/AP) -
Un miliciano egipcio que permanecía en prisión desde hace 15 años a pesar de no haberse celebrado un juicio se suicidó ayer, informaron fuentes judiciales.
El detenido, Sayed Ragab Abdulá, fue encarcelado en 1992 por haber formado parte presuntamente de grupos islamistas que emprendieron una campaña violenta contra el Gobierno egipcio. Ingresó en prisión sin haber sido juzgado, en base a la ley de emergencia del país que permite largas detenciones.
Abdulá, de 45 años de edad, se encontraba en un "mal estado mental" debido a su encarcelamiento y se ahorcó en su celda de la prisión de Abu Zaabal, unas instalaciones en El Cairo en las que muchos milicianos han sido encarcelados, señaló un funcionario de la fiscalía que habló con la condición de anonimato. La fiscalía inició una investigación de lo sucedido, añadió.
Las fuerzas de seguridad egipcias detuvieron a decenas de miles de milicianos durante una fuerte operación contra una ola de violencia entre 1992 y 1997 cuyos principales objetivos eran la Policía, funcionarios gubernamentales y turistas extranjeros, con el fin de derrocar el Gobierno.
Se cree que hasta 5.000 miembros de grupos islamistas detenidos en la década de los noventa permanecen encarcelados en prisiones egipcias.
