La ejecución de tres cristianos provoca violentos enfrentamientos en Indonesia

Actualizado: viernes, 22 septiembre 2006 11:58


PALU, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Policía ha efectuado disparos de advertencia para dispersar a una multitud que incendió una prisión, bloqueó una carretera y saqueó comercios pertenecientes a musulmanes en la provincia de Sulawesi para protestar contra la ejecución de tres cristianos en el centro de Indonesia, según informaron las autoridades. Por su parte, el vicepresidente de Indonesia, Muhammad Yusuf Kalla, ha llamado a la calma.

Fabianus Tibo, de 60 años, Marinus Riwu, de 48, y Dominggus da Silva, de 42, fueron ejecutados anoche (madrugada del viernes en Indonesia) después de ser declarados culpables de dirigir una milicia cristiana que provocó una serie de atentados en mayo de 2000, entre los que se encuentra un asalto con pistola y machete que dejó 70 muertos.

El caso contra los cristianos ha incrementado las tensiones entre cristianos y musulmanes en Indonesia, el país islámico más poblado del mundo, y ha cuestionado el papel que juega la religión en los castigos a los acusados de estar detrás de los actos violentos que sucedieron en la provincia de Sulawesi entre 1998 y 2002, en los que murieron más de 1.000 personas de ambas religiones. Sólo unos pocos musulmanes han sido condenados en relación a estos incidentes, todos ellos a penas de 15 años de prisión como máxima.

Una multitud de cristianos incendió hoy automóviles y puestos policiales en Sulawesi, según informaron vecinos de la zona y un jefe local de Policía, comandante Rudy Sufahriyadi.

Asimismo, las fuerzas de seguridad efectuaron disparos al aire para dispersar a otro grupo que incendió una prisión --lo que permitió huir a numerosos presos--, bloqueó una carretera y saqueó comercios pertenecientes a musulmanes. En la isla de Flores, donde nacieron los tres ejecutados, una multitud armada con machetes recorrió las calles provocando el pánico.

El vicepresidente Yusuf Kalla ha llamado a la calma, y afirmó que la ejecución de los tres cristianos no tuvo nada que ver con la religión. "Es un asunto judicial". "Si la gente no confía en la ley, estamos perdidos", declaró ante un grupo de periodistas en Yakarta.