Los equipos de rescate encuentran a 53 supervivientes tras el corrimiento de tierra en Filipinas

Europa Press Internacional
Actualizado: viernes, 17 febrero 2006 15:24

MANILA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los equipos de rescate han encontrado con vida a 53 personas en la localidad de Guinsaugon, en la isla de Leyte, en el este de Filipinas, después de que un corrimiento de tierra provocado por el desprendimiento de un monte sepultase cientos de casas y una escuela elemental.

Aunque el balance oficial por el momento sólo es de 23 fallecidos, los responsables de la Cruz Roja Filipina han estimado que habría al menos 200 muertos y 1.500 desaparecidos.

Guinsaugon ha quedado prácticamente borrada del mapa y sólo se pueden ver algunos restos de lo que era esta localidad de unos 2.500 habitantes. Otras dos localidades también se han visto afectadas y unas 3.000 personas han sido evacuadas a un pabellón municipal.

La capa de lodo llega hasta los 10 metros de altura en algunas zonas y es muy inestable, por lo que los equipos de rescate tienen dificultades para acercarse a la escuela que ha quedado sepultada.

Según fuentes de los servicios educativos, unos 200 estudiantes, seis profesores y el director se encontraban en su interior en el momento de la tragedia. Cuando se produjo la catástrofe, entre las 9 y las 10:00 horas locales (2 y 3:00 hora española), los escolares se encontraban en clase.

El senador Richard Gordon, director de la Cruz Roja Filipina, estimó el número de víctimas en 200 e hizo un llamamiento internacional solicitando ayuda. Por su parte, la gobernadora provincial, Rosette Lerias, pidió a los habitantes que caven con sus propias manos ya que el lodo es demasiado blando como para utilizar maquinaria pesada. De todas formas, hay pocas esperanzas de encontrar supervivientes y de hecho se ha logrado encontrar a 53 personas con vida de entre el lodo antes de que las labores de rescate se detuvieran durante la noche.

"Recemos por los que han fallecido y se han visto afectados por esta tragedia", declaró la presidenta filipina, Gloria Arroyo, en un comunicado. "La ayuda está en camino y pronto estaréis fuera de peligro", prometió.

Por su parte, Gordon pidió a las tropas estadounidenses, que se encuentran en el país participando en ejercicios militares conjuntos, que envíen helicópteros a la zona del desastre. La Embajada estadounidense informó de que un buque de la Marina se dirige ya hacia la zona y se está discutiendo con las autoridades de gestión de desastres de Filipinas para coordinar el despliegue de los helicópteros.

A la zona también están llegando voluntarios de provincias cercanas así como soldados transportados en helicóptero, mientras que se espera que otros lleguen por mar. El capitán del Ejército Edmund Abella indicó que "la gente dice que el suelo tembló repentinamente y entonces parte de una montaña se vino abajo sobre la localidad".

"Algunas casas fueron arrastradas por la riada de lodo, otras fueron destruidas y otras quedaron sepultadas", relató a AP.

Según explicó, las labores de rescate "son muy difíciles, estamos cavando con las manos, el lugar es muy amplio y el lodo nos impide caminar". El y los 30 soldados con los que se encuentra sólo han podido rescatar a una mujer de 43 años que "gritaba y buscaba a sus tres nietos, pero no los hemos encontrado".

LAS INTENSAS LLUVIAS, CAUSA DE LA TRAGEDIA

La gobernadora de la provincia Leyte Sur, Rosette Lerias, indicó a la emisora DZBB que 500 casas han quedado sepultadas tras el corrimiento, que habría sido provocado por las intensas lluvias caídas en las dos últimas semanas. "La tierra estaba realmente empapada por las lluvias", declaró Lerias, "y los árboles se estaban desprendiendo del lodo".

Según la gobernadora, alrededor de una zona de un kilómetro cuadrado ha quedado cubierta por el lodo. "Nuestras líneas de comunicación han quedado cortadas porque nuestra gente tuvo que huir ya que el corrimiento parecía seguir avanzando", señaló Lerias.

Lerias explicó que muchos habitantes habían sido evacuados la semana pasada por temor a corrimientos o inundaciones pero habían comenzado a volver a sus casas ante la mejoría del tiempo.

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