MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha cuestionado este jueves la "calidad de la relación" entre Estados Unidos y Turquía en el marco de la crisis sobre la suspensión de la emisión de visados por parte de Washington.
Asimismo, ha reiterado que la culpa de que se originara la crisis recae sobre los hombros del embajador de Estados Unidos en el país, John Bass, que, según el dirigente, no habría hablado del asunto con el ministro de Exteriores turco.
"¿Quién ha dicho esto? El embajador en Ankara. ¿Quién es este embajador?", ha aseverado Erdogan en relación a la decisión de suspender la emisión de visados para todos aquellos ciudadanos en Turquía que no sean inmigrantes.
"Si el embajador puede suspender los visados directamente en nombre de Estados Unidos, entonces tendré que reconsiderar la relación estratégica que tenemos con el país", ha alertado.
El mandatario turco señaló la semana pasada que "si Bass actuó bajo su propio criterio al suspender el servicio de visados en Turquía, Washington debería retirarlo del país" y manifestó que Ankara "no considera a Bass el legítimo representante de Estados Unidos".
La crisis se desató a principios de octubre a raíz de la detención del Metin Topuz, un empleado del consulado estadounidense en Estambul que, según el Gobierno, estaría vinculado al FETO, la organización del influyente clérigo Fetulá Gulen --al que Ankara culpa de haber orquestado el intento de golpe de Estado que tuvo lugar el 15 de julio en el país--. El presidente turco ha asegurado que Topuz será tratado de forma democrática y según las leyes del país.
Por otra parte, se ha referido a los causantes de la crisis como "espías infiltrados" y ha advertido de que Gulen controla la estructura del FETO desde su casa en Pensilvania, Estados Unidos, donde reside desde que abandonó Turquía en 1999.
"Por supuesto, este hombre es simbólico, los principales administradores de la red son otros. Él no tiene ni el talento ni el poder para ello", ha aseverado.
