Actualizado: jueves, 12 noviembre 2015 21:09

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

España ha condenado este jueves la ola de violencia que se ha desatado en Burundi a raíz del frustrado golpe de Estado y ha llamado a las partes a buscar "una solución pacífica" para evitar un conflicto y "su potencial extensión a otros países de la región".

"España sigue con gran preocupación la situación de inseguridad, de violencia y de inestabilidad en Burundi y su potencial extensión a otros países de la región", ha dicho el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en un comunicado.

El Gobierno ha condenado "los asesinatos y otras violaciones de Derechos Humanos en Burundi" y se ha sumado "al llamamiento hecho por la Unión Europea, la Unión Africana y Naciones Unidas para que el Gobierno y la oposición se reúnan para buscar una salida pacífica a la presente crisis bajo los auspicios del presidente de Uganda, Yoweri Museveni".

El Ejecutivo de Mariano Rajoy también ha "valorado y apoyado los esfuerzos de mediación realizados por la Unión Africana, la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos (ICGLR, por sus siglas en inglés) y la Comunidad del África del Este (EAC)".

Además, ha recalcado que "España, en el ejercicio de sus responsabilidades como miembro del Consejo de Seguridad y de la Unión Europea, seguirá defendiendo toda iniciativa encaminada a prevenir una escalada de la tensión en el país".

CRISIS EN BURUNDI

Burundi sufre una crisis política desde el 13 de mayo, cuando un grupo de militares intentó dar un golpe de Estado tras semanas de protestas callejeras contra los planes del presidente, Pierre Nkurunziza, de reformar la Constitución para perpetuarse en el poder.

Los militares no lo consiguieron y Nkurunziza consiguió mantenerse en el cargo en las elecciones del pasado verano pero desde entonces la capital, Buyumbura, es escenario de constantes enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Además, se han producido asesinatos selectivos tanto de miembros del Gobierno como de la oposición que hacen temer a la comunidad internacional que Burundi vuelva a caer en una guerra civil de carácter sectario.

"Estamos peor posicionados para responder a las alarmantes señales de hoy de lo que estábamos en 1994", ha dicho el jefe de la oficina humanitaria de la ONU para África Central y Occidental, Scott Campbell, en alusión al genocidio de Ruanda.

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