España/EEUU.- El PP critica al Gobierno por decir que las relaciones con EEUU están completamente normalizadas

Moratinos estima "superadas" las divergencias surgidas con la Administración Bush tras la salida de las tropas de Irak

Europa Press Internacional
Actualizado: martes, 23 mayo 2006 17:19

MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Gustavo de Arístegui, criticó hoy al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, por decir que las relaciones bilaterales con Estados Unidos están completamente normalizadas.

El jefe de la Diplomacia aseguró en su balance de dos años de la política exterior del Gobierno socialista que "se han superado las diferencias surgidas" por la decisión del Gobierno español de retirar las tropas españolas de Irak. Lo justificó por el hecho de que siete ministros del Ejecutivo hayan visitado Washington desde entonces y por el apoyo público de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, a la Alianza de Civilizaciones "como muestra de acercamiento de posiciones".

Sin embargo, De Arístegui lamentó que el Gobierno diga que las relaciones con la primera potencia del mundo estén completamente normalizadas. "Me parece, como poco, un exceso de optimismo pueril, un exceso de optimismo peligroso porque deben tratar de buscar las causas profundas de su desencuentro con Estados Unidos y que siguen existiendo", afirmó.

A su juicio, el que la relación entre las Administraciones española y estadounidense "sea más o menos fluida o normal", no implica que el "desencuentro político al más alto nivel persista" en la actualidad. "Ustedes son incapaces de verlo o lisa y llanamente se niegan a verlo", añadió.

En líneas generales, De Arístegui censuró "el autobombo, la autocomplacencia" y la falta de crítica de Moratinos al hacer balance de su gestión durante estos dos últimos años. En especial, criticó el caso del Sáhara. "Que digan que ningún Gobierno trabajó tanto para apoyar el deseo de autodeterminación del pueblo saharaui es verdaderamente sorprendente", le espetó.

Moratinos respondió, tanto a De Arístegui como a Gaspar Llamazares (IU-ICV), que es "exagerado" decir que el contencioso del Sáhara es un "agujero negro" para España.

"Quizás los resultados no son todo lo que hubiésemos deseado, pero que los esfuerzos y el compromiso de este Gobierno ha sido el más activo, el más comprometido, el más dedicado a encontrar soluciones definitivas, se puede comparar con el número de visitas, de iniciativas, de propuestas, de resoluciones. Sinceramente, no puedo encontrar otro Gobierno", manifestó el ministro.

Sobre este punto, dejó claro que España no va a seguir siendo neutral --"aunque lo diga el Rey de Marruecos o el Partido Popular", dijo-- porque esa actitud lleva a la "inacción". Muestra de ello, es que el enviado especial de la ONU, el holandés Peter van Walsum, va a volver a España próximamente para abordar el conflicto tras la última resolución de Naciones Unidas.

Además, destacó que España "no tira la toalla" y como ejemplo desveló un hecho que se produjo en la cita de la pasada semana de Sevilla con motivo de la conmemoración del VI centenario de la muerte del humanista árabe Ibn Jaldún. "Ahora en Sevilla estuvieron, se saludaron, hablaron el príncipe Mulay Rachid (hermano de Mohamed VI) y el presidente de Argelia (Abdelaziz Buteflika). Lo que podamos hacer para acercar posiciones, lo haremos", subrayó.

POPULISMO E INDIGENISMO

Por otro lado, De Arístegui expresó la "preocupación" del PP por ver cómo el Gobierno centra en la Alianza de Civilizaciones su "principal éxito" en política exterior, al tiempo que criticó la ausencia de temores en el Ejecutivo ante la deriva populista o indigenista en el continente latinoamericano.

Moratinos afirmó en su intervención inicial que se trata de un "proceso político que algunos quieren despreciar tachándolo de populista, sin comprender el desafío que representa y el fracaso de las élites políticas que implica", y que el reto de una "profunda redistribución" del ingreso en este continente no se puede reducir "al espantajo del fantasma populista y de las maquinaciones de un pretendido eje Cuba-Venezuela-Bolivia".

En su réplica, De Arístegui acusó al Gobierno de "candidez" por no ver el "grave problema" que representa este tipo de movimientos y el que España, en su opinión, haya permitido "que se envalentonen" con su actitud. El diputado 'popular' lamentó que el Ejecutivo pida "silencio y discreción" durante los 180 días de la negociación de las empresas españolas con Bolivia cuando "buena parte del daño ya está hecho" en sectores como el de los hidrocarburos.

Tanto IU-ICV como la representante de ERC en el debate (Rosa Bonás) pusieron en duda la necesidad de defender "los intereses del capital español" en los países iberoamericanos pues, a su juicio, las compañías españolas no se han comportado "correctamente" en varios de estos países.

Sin embargo, Moratinos señaló la obligación del Ejecutivo de ofrecer una "defensa legítima" a las empresas españolas, advirtiendo de que el sentimiento general latinoamericano es de "reconocimiento a la apuesta estratégica" de las mismas por su "compromiso tecnológico, financiero y de responsabilidad social" con los países en los que se afincaron

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