MADRID 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de una veintena de personas, amigos y compañeros de universidad de Miguel López y Edén Galván, los dos jóvenes españoles detenidos el pasado 15 de mayo en Riga (Letonia) por sustraer unas banderas de este país, se concentraron hoy frente a la Embajada letona en Madrid ante lo que creen "una medida absolutamente desproporcionada" que "les marcará de por vida".
En declaraciones a los medios, Maria del Carmen Delgado, amiga de los detenidos, denunció "el trato dado por las autoridades letonas" a ambos jóvenes, hasta el punto de que, en el momento de la detención, un agente "llegó a encañonarles con una pistola en la sien".
"Sabemos perfectamente que en ningún momento ellos han tenido la intención de profanar este país, como se les acusa, y creemos que los cargos de los que se les acusa no deben prolongarse a los nueve años de prisión", se lamentó.
Asimismo, dijo que tanto Miguel como Edén son personas que "han viajado mucho por el mundo", lo que les ha proporcionado un "conocimiento de diversas culturas", pero sobre todo "el saber respetar los símbolos de cada país". "Ellos jamás tuvieron esa intención", recalcó.
"PROFUNDAMENTE PREOCUPADOS"
En este sentido, Alfonso Sánchez, compañero de universidad de Miguel y Edén, hizo referencia al "proceso irregular que ha habido" ya que en su opinión, "es un hecho trivial que no puede condenarse con nueve años de prisión".
Por otro lado, dijo que en las tres semanas que llevan detenidos ambos universitarios en la capital letona, sus familiares y amigos han estado "permanentemente en contacto con ellos" y que las noticias que les llegan "no son muy optimistas". "En este momento se encuentran profundamente preocupados por lo que finalmente va a pasar", agregó.
Finalmente, los concentrados llevaron a cabo "un acto simbólico", mediante la entrega en la Embajada de unas banderas similares a las que sus amigos extrajeron en Letonia, hecho que calificaron como "acto de hermanación ante este país del Báltico". "Queremos mostrar nuestro rechazo a su decisión, ya que por coger unas banderas nadie puede pasar nueve años en la cárcel", concluyó.