MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Rey de Marruecos, Mohamed VI, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han decidido posponer a finales de septiembre su reunión bilateral que Madrid y Rabat barajaron inicialmente para el 5 del próximo mes en la capital marroquí, según informaron fuentes gubernamentales a Europa Press.
En principio, la cita entre Mohamed VI y Zapatero será el 27 ó 28 de septiembre. Los Gobiernos español y marroquí consideraron oportuno aplazar en unas semanas el encuentro para que quede configurado, o al menos perfilado, el envío de la misión internacional de interposición al sur del Líbano en la que España tendrá un papel relevante.
La propia vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dio por hecho el pasado viernes que la visita de Zapatero al monarca alauí sería el 5 de septiembre.
Este viaje del presidente del Gobierno a Marruecos culminará una ronda de visitas de alto nivel por parte de España al país vecino desde el mes de julio. En este sentido, el Rey Juan Carlos se entrevistó con Mohamed VI en Casablanca el pasado 24 de julio y De la Vega hizo lo propio con el primer ministro marroquí, Dris Jettu, el 7 de agosto en Rabat en compañía del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Debido a estas visitas españolas de alto nivel, la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los Gobiernos de España y Marruecos se celebrará antes de que acabe el año o, como muy tarde, en enero de 2007, según fuentes diplomáticas consultadas por Europa Press.
Las Reuniones de Alto Nivel (RAN) son las 'cumbres' formales que España celebra con los países del Magreb, con periodicidad más o menos anual, y la última cita entre España y Marruecos fue en Sevilla en septiembre de 2005. La próxima reunión, que debe celebrarse en Marruecos, será la octava.
Las fuentes consultadas destacan que las relaciones con Marruecos marchan de forma excelente en todos los campos y que hay multitud de asuntos de interés común --agricultura, pesca, interconexiones, relaciones con la UE y con Africa subsahariana--, aunque el de más actualidad sea la inmigración. En este ámbito, el Gobierno español reconoce que Marruecos está haciendo un esfuerzo muy grande y muy costoso, que equivale a mantener de manera permanente un operativo pensado para una situación de emergencia.
Marruecos, afirman las fuentes, ha tomado conciencia de que las migraciones clandestinas son un problema, no sólo porque se han convertido en país de tránsito de inmigrantes subsaharianos, sino porque la huida de jóvenes con formación y educación es, en definitiva, nocivo para la economía del país.