España/Portugal-Moratinos garantiza mayor "esfuerzo de cooperación" con Portugal en materia "energética" e "inmigración"

Maragall señala que Portugal y Cataluña comparten "el fantasma de la iberización" aunque su "obsesión por Castilla" se "diluye" en la UE

Europa Press Internacional
Actualizado: jueves, 6 julio 2006 18:10

BARCELONA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, aseguró hoy que el "Gobierno español hará todo lo necesario para redoblar sus esfuerzos de cooperación con Portugal" dentro de la Unión Europea, y especialmente en materia "energética", de "infraestructuras" y de "inmigración".

Moratinos aseguró que "Portugal y España tienen responsabilidades que compartir" en estos "temas que nos afectan" y, en este sentido, anunció una reunión prevista para los próximos 7 y 8 de septiembre en Lisboa entre los embajadores portugueses y españoles de África para plantearse conjuntamente el desafío del continente africano".

En la presentación del Anuario CIBOB 2005, dedicado en esta edición a Portugal, Moratinos agradeció la "ayuda" prestada "siempre" por las autoridades portuguesas a España frente al fenómeno de la inmigración, destacando "el gran conocimiento" que tiene el país luso "en el continente africano".

También destacó la necesidad de mejorar las conexiones transfronterizas con el país y, aunque reconoció que "aún no se ha producido la interconexión de alta velocidad", aseguró que el proyecto del AVE Oporto-Vigo "va por muy buen camino" y "llegará en su tiempo establecido".

Moratinos señaló también "la energía" y el "mivel" (mercado energético conjunto) como "una apuesta clave" en las relaciones entre España y Portugal, pero remarcó especialmente que "se han roto ya las fronteras psicológicas" entre ambos países: "el miedo a la inversión española que tenía Portugal y viceversa".

En el marco también del 20 aniversario de la integración de España y Portugal en la Unión Europea, Moratinos destacó el "compromiso europeísta" que comparten ambos países y su papel fundamental en Europa a la hora de "introducir la vocación mediterránea e iberoamericana".

El presidente de la República de Portugal, Jorge Sampaio, que no pudo asistir a la presentación del anuario por estar recuperándose de una operación por desprendimiento de retina, envió su discurso al CIDOB, que fue leído por el embajador portugués en España.

Sampaio apostó por que España y Portugal unan "esfuerzos para que el refuerzo de la cooperación con los países del área meridional y oriental del Mediterráneo, incluido Oriente Medio, continúe siendo una prioridad política de la agenda europea", remarcando especialmente la necesidad de "aprovechar mejor las potencialidades" del Partenariado Euromediterráneo creado por el Proceso de Barcelona.

El presidente portugués destacó el "dilema" que contienen también las relaciones entre España y Portugal en la prevalencia de los "intereses nacionales" por encima de los multilaterales, especialmente los comunitarios. "Parece indiscutible que nos encontramos ante un cambio de paradigmas que nos obliga a repensar el concepto de soberanía nacional", señaló, abogando por "potenciar el interés general europeo sin perjuicio de la defensa de los intereses nacionales de sus Estados".

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, destacó el "eje Oporto-Vigo es una de los más fuertes de la economía europea" y llamó a buscar "solución a los déficits de cooperación" entre España y Portugal en la configuración de una "España en red y no en forma de estrella" a nivel energético y de infraestructuras.

Maragall alabó el proceso de integración europea de ambos países, asegurando que gracias a él "Cataluña por un lado y Portugal por otro han dejado de obsesionarse con Castilla y eso es bueno". Según Maragall, el proceso de integración europea "ha diluido" esta "mutua animosidad" con "la devolución de competencias a las regiones europeas".

El presidente catalán aseguró que Cataluña "comparte" con Portugal elementos "psicológicos y económicos" de su relación con España, marcada por el "fantasma de la iberización", en el sentido de la "concentración de sede" comercial de las grandes multinacionales en una sola población de la península ibérica que solía ser la capital española.

"Afortunadamente, las empresas están perdiendo ya el respeto a la idea de la capital estatal y se rigen ya más por criterios económicos", con lo que Barcelona "sale beneficiada por su mayor cercanía" a Europa y Portugal también "en el campo de las relaciones iberoamericanas", añadió.

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