BEIRUT 17 Nov. (Reuters/EP) -
El Estado Islámico ha matado a 1.432 sirios fuera del campo de batalla desde que declaró un Califato en partes de Irak y Siria, el pasado 29 de junio, según ha informado este lunes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Del total de víctimas, 882 eran civiles, entre ellos dos niños que fueron ejecutados en la provincia de Alepo, uno de ellos por fotografiar la sede del Estado Islámico y el otro por supuestamente insultar al profeta Mahoma.
A ello hay que sumar 483 miembros de las fuerzas leales al Gobierno de Bashar al Assad y 63 miembros de las tropas rebeldes, incluidos combatientes kurdos. Además, el Estado Islámico ha matado a cuatro de sus miembros.
Las muertes incluyen decapitaciones y lapidaciones, así como fusilamientos. En muchos casos, los milicianos suníes exhiben los cadáveres en lugares públicos.
El pasado domingo, el Estado Islámico decapitó a Peter Kassig, un cooperante humanitario estadounidense, junto a más de una decena de soldados del Ejército sirio, de acuerdo con un vídeo difundido por Internet.
El director del Observatorio, Rami Abdulrahman, ha explicado que, aunque el grupo yihadista ha matado a varios extranjeros, incluidos periodistas y cooperantes humanitarios, la gran mayoría de sus víctimas son sirias.
A este respecto, ha indicado que el Estado Islámico se ha cebado especialmente con las minorías religiosas y étnicas. En Siria, ha matado a cientos de miembros de la tribu Sheitaat, a la que ha estado combatiendo en el este del país.