BUDAPEST, 23 Sep. (Reuters/EP) -
El ex primer ministro de Rumanía Gabriel Oprea, que logró evitar ser investigado por un caso de homicidio involuntario gracias a su inmunidad parlamentaria, ha declarado este viernes que dimitirá de su puesto como senador para que la investigación pueda seguir adelante.
Alrededor de 2.000 personas se manifestaron este jueves frente al Parlamento en Bucarest, con eslóganes y cantos en contra de la inmunidad de los políticos y de la corrupción. Se espera que las protestas continúen este viernes.
Muchos sectores de la oposición alegan que este caso es otro síntoma más que refleja el amplio grado de corrupción que sufren las instituciones públicas en Rumanía, a pesar de la presión que la Unión Europea está ejerciendo para que las autoridades castiguen cualquier tipo de actividad criminal dentro de la esfera política.
A finales de 2015, Oprea, que por aquel entonces era viceprimer ministro, viajaba en un convoy al que no tenía derecho cuando uno de los escoltas motorizados que le acompañaba se topó con un bache y perdió la vida.
La Fiscalía anticorrupción pidió entonces al Senado que iniciara una investigación para esclarecer si Oprea era responsable del accidente al haber usado un convoy cuando no le correspondía utilizarlo debido a su cargo. Según la ley rumana, los senadores solo pueden ser investigados si la Cámara Alta así lo decide.
"No me estoy escondiendo detrás de ninguna inmunidad, y al igual que la familia Gigina, quiero obtener la verdad sobre lo que ocurrió en el accidente", ha declarado Oprea este viernes en su cuenta personal de Facebook. Oprea ha negado en todo momento las acusaciones y asegura que no puede ser responsable de la muerte desde el asiento trasero de un coche.
Este jueves, Oprea anunció que iba a pedir al Senado que repitiese la votación para que la investigación pueda seguir adelante. "De todas formas, para dispersar cualquier tipo de duda, anuncio mi dimisión como miembro del Senado", ha añadido.
Una vez que su dimisión se haga efectiva, los investigadores todavía necesitan la aprobación del presidente de Rumanía para seguir adelante con la pesquisa, un requisito legal que se aplica cuando el sospechoso ha sido en algún momento ministro del Ejecutivo.
El presidente rumano, Klaus Iohannis, criticó en su momento la decisión del Senado de cancelar la investigación, por lo que muchos sectores creen que es muy probable que apruebe la solicitud de la Ficalía.
