Una explosión cerca de la Mezquita Roja mata a 13 personas y hiere a 71

Actualizado: sábado, 28 julio 2007 2:01


ISLAMABAD, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

Una explosión ocurrida cerca de la Mezquita Roja de Islamabad, que ayer reabrió sus puertas dos semanas después de que concluyera el asalto del Ejército contra los insurgentes atrincherados, se cobró la vida de al menos 13 personas y causó heridas a otras 71. La Policía anunció después el arresto de unos 50 sospechosos durante la operación para retomar el control del centro religioso, tras el atentado.

La deflagración se produjo en un área comercial situada a medio kilómetro a la mezquita, donde los estudiantes islámicos se enfrentaron ayer por la mañana con las fuerzas de seguridad. Según el portavoz del Ministerio del Interior, Javed Iqbal Cheema, entre los fallecidos hay siete agentes de Policía.

Todo comenzó cuando ayer por la mañana cientos de estudiantes empezaron a manifestarse en las inmediaciones de la mezquita para reclamar el regreso del antiguo imán, Maulana Abdul Aziz, detenido durante el asedio al templo cuando intentaba huir ataviado con un burka. Actualmente permanece bajo custodia de las autoridades.

Al llegar la Policía comenzaron a lanzar piedras, por lo que decenas de agentes antidisturbios ocuparon el exterior del templo y después de que los estudiantes desobedecieran los requerimientos para que se dispersaran pacíficamente, los policías empezaron a disparar bombas de humo. Cuando parecía que las cosas se habían calmado, la carga explosiva fue detonada.

Según las primeras tesis del Gobierno, un terrorista suicida podría haber sido el responsable del atentado, según informó el funcionario del Ministerio del Interior Kamal Shah, citando los resultados de las investigaciones iniciales. "El incidente está ligado a la situación de la Mezquita Roja", consideró.

Por su parte, el policía Mukhtar Ahmad, señaló que vio "cuerpos por el aire, algunos sin piernas y algunos sin brazos". "Puse a tantos como pude en ambulancias", añadió.

VIOLENTAS PROTESTAS

En el que hubiera sido el primer rezo del viernes desde que terminó el asalto a la mezquita, los estudiantes salieron a la calle para protestar por el nuevo imán designado por el Gobierno, Mohamad Ashfaq, quien no pudo terminar su oración debido a que los jóvenes iniciaron una violenta protesta en la que embadurnaron con pintura roja las paredes recién estrenadas del templo. Por ello, las autoridades lanzaron bombas de gas y detuvieron a seis personas, según informa la cadena de televisión local GEO.

Los manifestantes lanzaban gritos de "Musharraf es un perro" o "Muerte al Gobierno de Musharraf", añadiendo que la sangre del que fuera líder de la mezquita Abdul Rashid Ghazi, quien murió durante el asalto, traerá "una revolución islámica".

"Hemos trabajado día y noche para abrir la mezquita para la gente para ofrecer un lugar para sus rezos, pero algunas personas, principalmente ex estudiantes (del templo), están intentando generar caos", subrayó el portavoz del Ministerio del Interior.

La Mezquita Roja, en la que hace dos semanas murieron más de 100 personas en los enfrentamientos entre islamistas y las fuerzas de seguridad, reabrió ayer sus puertas para la oración del viernes después de una rápida reconstrucción.

El templo, también denominado Lal Masjid, y su centro de estudios para mujeres resultaron gravemente dañados por las explosiones, que dejaron en su estructura un gran número de agujeros, después del asedio de las tropas gubernamentales, que duró una semana con el asalto final, que se cobró la vida de niños y adolescentes.

Desde entonces, la mezquita ha sido sometida a rápidas reparaciones con el objetivo de calmar las tensiones y así reabrir el templo y la madrasa (escuela coránica). De hecho, las autoridades de Islamabad ya habían declarado el pasado lunes que las labores de reconstrucción iban a buen ritmo y se aventuraron a confirmar la reapertura del templo esta semana.

Para mostrar el resultado de estos trabajos, el ministro paquistaní de Asuntos Religiosos, Ijazul Haq, invitó a los periodistas a visitar el templo para que vieran las reformas que se han hecho en su estructura, que había quedado muy dañada tras las luchas que duraron una semana.

El debilitado techo de hierro, que se vino abajo por las explosiones, el fuego de artillería y las granadas, ha sido reemplazado por otra cubierta similar, mientras que las paredes, en las que había numerosos agujeros por los impactos de la metralla, han sido arregladas y pintadas.

Sin embargo, en el recinto exterior los restos de la destrucción son visibles, ya que todavía se acumulan escombros, vigas y cristales, con decenas de policías y fuerzas de seguridad vigilando el recinto, que estaba rodeado por un alambre de púas para proteger la entrada.

Por otro lado, la madrasa, escuela coránica para estudiantes femeninas anexa a la mezquita, resultó seriamente dañada durante el asedio de las tropas y posterior asalto, por lo que ha tenido que ser demolida. Grúas y camiones retiraban todavía ayer los escombros de hormigón, pero no se sabe cuándo podrán reiniciarse los seminarios. De hecho, algunos estudiantes afirmaban que no creían que las autoridades volviesen a levantar el edificio.

VÍCTIMAS NO IDENTIFICADAS

El asedio a la Mezquita Roja, donde se habían encerrado islamistas radicales que mantenían como rehenes a cientos de estudiantes y niños, duró una semana, tras lo cual las fuerzas de seguridad decidieron intervenir. El asalto provocó la muerte de más de 100 personas y centenares resultaron heridas.

En este sentido, Haq explicó que 50 cadáveres que fueron recuperados entre los escombros del templo todavía no han sido identificados, y negó que el Ejecutivo esté intentando esconder el número de víctimas. "El Gobierno no tiene nada que esconder en esto", añadió.

"Esperamos que esta clase de tragedia no vuelva a suceder en el futuro en nuestro país", declaró el ministro a los medios de comunicación después de la visita por el templo.

En cuanto a los seminarios que se impartían en la mezquita, Haq indicó que el Gobierno financiará la educación y el alojamiento de los estudiantes que lo soliciten. Sin embargo, un alto funcionario municipal señaló que el seminario no será reconstruido, coincidiendo con los temores de los estudiantes.