El expresidente sudafricano Jacob Zuma retira su voto a su histórico partido del Congreso Nacional Africano

Zuma apuesta por el nuevo partido La Lanza de la Nación, que toma su nombre del antiguo brazo militar del CNA contra el Apartheid

MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

El expresidente de Sudáfrica Jacob Zuma ha anunciado que no votará por su partido del Congreso Nacional Africano (CNA), fuerza histórica predominante de la política nacional, en las cruciales elecciones del año próximo tras criticar duramente al actual mandatario, Cyril Ramaphosa.

"Después de mucha reflexión, me da mucha pena deciros que el CNA ya no es el gran movimiento que alguna vez amamos y por el que estábamos preparados para dar la vida", ha declarado durante una comparecencia en Johannesburgo,

"Debido al fracaso de su liderazgo, el CNA ha quedado reducido a una organización que apenas es respetada por aquellos a quienes debe liberar, servir y proteger", ha añadido en un discurso publicado posteriormente en su cuenta de la red social X, donde ha acusado a la formación de quedarse de brazos cruzados ante las últimas crisis que han sacudido al país antes de condenar los escándalos de corrupción de los últimos años y su incapacidad para solucionar los desafíos energéticos permanente en la que vive el país.

"El CNA de Ramaphosa ha arrastrado el país a la oscuridad merced a sus políticas de restricciones energéticas", ha amonestado el exmandatario en referencia a las llamadas "desconexiones de carga", las habituales suspensiones del suministro eléctrico debido a la pobre infraestructura nacional, incapaz de absorber la demanda, en lo que se ha convertido en un fenómeno endémico en el país.

En su lugar, el expresidente ha apostado por el nuevo partido Umkhonto we Sizwe, "La lanza de la nación", que ha tomado el nombre del antiguo ala militar del CNA durante la lucha contra el Apartheid.

"Seré miembro del CNA hasta que me muera pero como siga apartándose del camino, no tendré más remedio que rescatarlo", ha asegurado este sábado desde Johannesburgo en un momento en que el Congreso podría perder el año que viene la gran mayoría de la que ha disfrutado desde 1994.