Actualizado: domingo, 8 noviembre 2015 14:57

MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

Una facción rebelde de los talibán que se niega a reconocer al mulá Ajtar Mansur como sucesor del mulá Mohamad Omar, ha asegurado este sábado que está dispuesto a participar en conversaciones de paz con el Gobierno después de la retirada de las tropas internacionales.

En una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC, el 'número dos' de la facción, el mulá Abdul Manan, ha afirmado que no tiene problemas con el Gobierno central y ha acusado a Mansur de asesinar a Omar y de encarcelar y torturar a varios altos cargos del grupo.

Asimismo, ha criticado la apertura de una oficina política del grupo en Qatar argumentando que ha alcanzado acuerdos secretos con las autoridades de Estados Unidos, cargando contra Mansur por "secuestrar" el Emirato Islámico de Afganistán, tal y como ha recogido la cadena de televisión local Tolo TV.

Al menos 40 talibán murieron el sábado en un enfrentamiento entre facciones rivales en la localidad afgana de Arghandab, ubicada en la provincia de Zabul (sur), según ha informado este domingo el alcalde, Mohmand Nasratyar.

Nasratyar ha detallado que los enfrentamientos han sido protagonizados por un grupo leal a Mansur, mientras que el otro es leal al mulá Mansur Dadulá, otro de los 'número dos' de una facción rebelde creada esta misma semana.

Varios comandantes talibán que se opusieron al nombramiento del mulá Mansur como líder del grupo nombraron el lunes al mulá Mohamad Rasul como líder de una escisión de la formación, según fuentes talibán citadas por el diario paquistaní 'The Express Tribune'.

Rasul fue uno de los comandantes que se negó a jurar fidelidad a Mansur como nuevo líder de los talibán tras la confirmación de la muerte del hasta entonces líder supremo del grupo, el mulá Muhamad Omar.

Los talibán rebeldes, que se autodenominan Alto Consejo del Emirato Islámico de Afganistán, nombraron además a Dadulá como 'número dos' de la facción, lo que supone un desafío para Mansur debido a la influencia de Dadulá en el sur del país.

Dadulá, hermano del importante comandante talibán Dadulá Ajund, había rechazado igualmente el nombramiento de Mansur y llegó a afirmar que Omar no murió por causas naturales, sino que fue asesinado.

Los talibán confirmaron oficialmente en julio que el mulá Omar llevaba muerto más de dos años después de que los servicios secretos afganos filtraran la noticia. Al día siguiente eligieron al mulá Mansur, hasta entonces 'número dos' de los talibán, como líder del grupo.

Muchos de los comandantes talibán y también la familia del mulá Omar expresaron su malestar con este nombramiento, ya que lo consideran demasiado cercano a Pakistán. Además, cuestionan el hecho de que Mansur ocultara durante dos años la muerte de Omar, defendido para fomentar la cohesión de los talibán.

Los talibán se vieron entonces arrastrados a una disputa en torno a la sucesión marcada por las diferencias entre Mansur y el mulá Mohamad Yaqub, hijo mayor de Omar, si bien éste juró finalmente su fidelidad al nuevo líder en septiembre.

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