Efectos de la sequía en Kenia
REUTERS / GORAN TOMASEVIC
Actualizado: viernes, 14 julio 2017 23:10

MADRID, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -

La escasez de lluvias que afecta por tercer año consecutivo a varios países de la zona oriental de África ha elevado a 16 millones la cifra de personas que necesitan ayuda humanitaria en esta región, según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que ha alertado de las consecuencias de la sequía para las cosechas y el ganado.

Las zonas más afectadas --recibieron menos de la mitad de sus precipitaciones normales-- son el centro y el sur de Somalia, el sureste de Etiopía, el norte y el este de Kenia, el norte de Tanzania y el noreste y suroeste de Uganda, ha informado la FAO en un aviso del Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA).

El director de emergencias de la agencia de la ONU, Dominique Burgeon, ha subrayado la urgencia de actuar "antes de que la situación empeore más", ya que tras tres temporadas de lluvias consecutivas con malos datos, las familias "simplemente se están quedando sin recursos de hacer frente a la situación".

El número de personas que necesitan ayuda humanitaria ronda actualmente los 16 millones, un 30 por ciento más que a finales de 2016. En el caso concreto de Somalia, casi la mitad de su población sufre inseguridad alimentaria y existe un riesgo plausible de hambruna que podría agudizarse aún más de cara a los próximos meses, con el inicio de la estación seca.

La alta tasa de mortalidad animal en Etiopía, Kenia y Somalia y la disminución de producción de leche en las cabezas de ganado supervivientes complica también la seguridad alimentaria y la nutrición. En este sentido, Burgeon ha recordado que la leche es clave para el desarrollo de los niños en sus primeros cinco años de vida y su falta puede acarrear un daño "irreversible".

En cuanto a las cosechas, a la fuertes reducciones en la siembra y el marchitamiento se ha añadido la oruga tardía, que ya ha provocado graves daños en las plantaciones. Según la FAO, en Kenia ha afectado a unas 200.000 hectáreas de cultivos, mientras que en Uganda la mitad de los 111 distritos ya han sufrido esta plaga.

La escasez de suministros y la inquietud sobre el rendimiento de los cultivos ha derivado también en un alza de los precios de los cereales, que han alcanzado en mayo niveles de récord en numerosos mercados. En algunos casos se han detectado precios que duplican los valores de principios de año, ha advertido la organización de Naciones Unidas.

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