La familia y amigos de la académica americano-iraní liberada ayer denuncian el empeoramiento de su salud

Actualizado: miércoles, 22 agosto 2007 12:04


TEHERÁN, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

La familia y amigos de Haleh Esfandiari, la académica americano-iraní que fue liberada ayer tras pasar ocho meses retenida en Irán, denunciaron hoy el empeoramiento de su salud mental y física después de permanecer encarcelada y haber perdido mucho peso.

Por ello, el Centro Internacional Woodrow Wilson, donde Esfandiari ocupaba el puesto de directora del programa sobre Oriente Próximo, señaló que espera que pueda volver pronto a Estados Unidos para reunirse con su familia.

La académica lleva encarcelada en la prisión Evin, en Teherán, desde el pasado mayo, pero está retenida en Irán desde diciembre, donde ha sido sometida a múltiples interrogatorios. Fue arrestada cuando llegó al país para visitar a su madre, de 93 años.

Según informaron hoy sus familiares, Esfandiari, de 67 años, pasó la noche de ayer, martes, y la mañana de hoy en el apartamento que su madre tiene en Teherán. "Estoy muy feliz... Agradezco a todos aquellos que se han esforzado por hacer posible que me vaya a casa", declaró Esfandiari tras su liberación a la televisión iraní, que mostró también cómo se reunía con sus familiares y entraba en un coche que la llevaría al apartamento de su madre.

Esfandiari recalcó que le habían tratado bien en la cárcel, pero autoridades del Centro Woodrow Wilson y su hija, Haleh Bakhash, dijeron en sendas entrevistas telefónicas desde Estados Unidos que su salud es preocupante. "Su bienestar físico y mental es ahora la prioridad", remarcó Lee Hamilton, director del Centro.

PÉRDIDA DE PESO Y ESTRÉS EMOCIONAL

La académica, una mujer menuda que pesaba poco más de 46 kilos antes de ingresar el prisión, ha perdido mucho peso durante estos meses, indicó Hamilton, quien añadió que además la mantenían bajo un considerable estrés emocional.

Las autoridades no permitieron a la familia enviar medicinas y durante una conversación con su madre, la propia Esfandiari afirmó que sufría artritis y que le dolían los ojos, informó su hija.

Todavía no se sabe si la académica, que fue detenida bajo los cargos de atentar contra la seguridad nacional, podrá abandonar Irán tras pagar la fianza de 246.000 euros. El Gobierno iraní todavía no ha hecho ningún comentario al respecto.

Además de Esfandiari, otras dos personas de nacionalidad estadounidense-iraní se enfrentan a acusaciones por presuntamente atentar contra la seguridad nacional en Irán: el periodista Parnaz Azima y el miembro fundador del Centro de la Construcción de Paz en la Universidad de California, Ali Shakeri. El primero se encuentra en libertad pero tiene prohibido salir de Irán, mientras que Shakeri está encarcelado.