MANILA 3 Abr. (EP/AP) -
Al menos tres agentes de Policía murieron hoy en Filipinas como consecuencia de la emboscada que lanzó un grupo de rebeldes comunistas, que también atacó las instalaciones de una empresa de extracción de oro, según informaron fuentes militares.
Rebeldes pertenecientes al Nuevo Ejército del Pueblo se enfrentaron a un grupo de soldados en la localidad de Aroroy --a unos 350 kilómetros al sureste de Manila--. Posteriormente, emboscaron un coche deportivo en el que viajaban miembros de la Fuerza de Acción Especial de la Policía. Como consecuencia de la ofensiva murieron al menos tres personas, según explicó el inspector de Policía Leus Anselmo Prima.
Horas antes --a primera hora de hoy--, los rebeldes desarmaron a los guardias que custodiaban la empresa de Recursos Filminera, en la misma localidad y prendieron fuego a los edificios del lugar y al equipamiento de extracción de la planta. Antes de retirarse, colocaron minas terrestres improvisadas y arrojaron granadas, según informó el teniente coronel del Ejército Rhoderick Parayno, quien añadió que un grupo de soldados fueron enviados posteriormente a la zona para limpiarla de minas.
No se conoce aún con claridad porqué la empresa fue objeto del ataque rebelde, aunque se cree que pueda ser por negarse a pagar el "impuesto revolucionario".
Por otra parte, agentes de la Compañía Nº 11 de Acción Especial se enfrentaron a guerrilleros en el pueblo de Lahong, cercano a Aroroy, y, como consecuencia del tiroteo, resultó herido un niño de ocho años, según explicó el superintendente jefe Ricardo Padilla.