PARIS 21 Feb. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El partido de centroderecha UMP, que gobierna Francia y preside el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, puso hoy en marcha las elecciones primarias por voto electrónico para que sus militantes de París elijan a quien competirá por alcanzar la Alcaldía de la capital, en poder del socialista Bertrand Delanoë.
Sarkozy quiere instaurar este método de primarias para dirimir todos las candidaturas del partido a las que concurran varios competidores, incluida la de las presidenciales de 2007, cuyo aspirante oficial por parte del centroderecha será elegido en enero de ese año. "París marca el camino, pero sólo será el principio", adelantó ayer el responsable de Interior, en un mítin con los cuatro candidatos y al que asistieron 2.000 militantes.
Las primarias de París se presentan como un test decisivo a este respecto. Los 10.600 militantes inscritos podrán votar por ordenador a su candidato preferido, desde hoy y hasta el viernes, mediante una clave secreta que el partido les ha hecho llegar por correo.
La UMP ha instalado una "oficina de voto electrónico" en su sede central parisiense para que puedan votar quienes carezcan de computadora. El sábado 25, aquellos que no hayan podido votar por ordenador podrán acercarse a las diferentes oficinas de voto e introducir su papeleta en una urna, por el método tradicional.
Cuatro son los candidatos que quieren conducir a la UMP al Hotel de Ville de París: la ex secretaria de Estado y responsable municipal Françoise de Panafieu (57 años), el jefe de la UMP en el Consejo de París, Claude Goasguen (60 años), el diputado Pierre Lellouche (54 años) y el ex alcalde de París Jean Tiberi (71 años).
"Ya no habrá candidatos obligados. Los que quieran representar a nuestra familia política deberán encarnar una alternativa y demostrar su capacidad para unir a nuestra familia política", declaró ayer Sarkozy. El proyecto de extender las primarias para todas las candidaturas de la UMP ha sido criticado por el entorno del primer ministro, Dominique de Villepin, y del presidente Jacques Chirac, que siguen prefiriendo el antiguo método de designación.