Sarkozy asegura que arrestará "uno por uno" a los jóvenes que tendieron una emboscada a dos antidisturbios
PARIS, 20 Sep. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El Gobierno francés ha reaccionado con firmeza a la agresión "manifiestamente premeditada", ayer, de dos policías antidisturbios CRS, en Tarterets, en la periferia de París. El primer ministro, Dominique de Villepin, aseguró que el Ejecutivo "aportará las respuestas apropiadas" al aumento de la violencia en las zonas de extrarradio.
El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, fue más allá en la dureza de su respuesta y garantizó que la Policía "irá a buscar uno por uno" a la veintena de jóvenes agresores que dio una paliza a los dos agentes. Sarkozy confirmó que los investigadores cuentan con pruebas, en concreto huellas digitales, que les permitirán identificar y detener a los responsables.
La pareja patrullaba en un vehículo camuflado cuando fueron agredidos por el lanzamiento de objetos. Cuando uno de los dos CRS, un capitán adjunto, salió del vehículo, se abalanzaron sobre él veinte jóvenes, escondidos en las inmediaciones, propinándole todo tipo de golpes. Cuando el segundo agente salió del vehículo, para socorrer a su compañero, fue igualmente agredido con extrema violencia.
El ministro declaró que los agresores "se comportaron como unos salvajes golpeando con una violencia extrema a un hombre en el suelo". "Tomo este asunto con extremada seriedad, pues gente capaz de hacer eso, son igualmente capaces de hacerlo sobre cualquier ciudadano con el que se crucen por la calle", agregó el titular de Interior. Sarkozy tuvo que aplazar su visita al agente más grave, al que se le ha diagnosticado un traumatismo craneal y facial importante, por su delicado estado de salud.
Este suceso coincide con una queja del prefecto del distrito 93, al norte de París, sobre el aumento de la violencia en los barrios más deprimidos, donde en noviembre del pasado año estalló la revuelta de los suburbios, provocando una ola de enfrentamientos en los barrios periféricos de todo el país, en la que hubo miles de detenidos y que duró un mes.
Los sindicatos policiales, los alcaldes y las autoridades de la zona exigen un refuerzo de las dotaciones policiales. El sindicato Synergie afirmó que estas "explosiones de violencia contra policías, con un fondo de guerrilla urbana", tienen por objeto "expulsar a las fuerzas del orden de estos barrios" para que las bandas puedan gobernarlos "con una lógica de sedición y de terror".
Julien Dray, portavoz del Partido Socialista (PS), en la oposición, censuró el "sentimiento de impunidad" existente en algunos barrios de Francia, tras los disturbios acaecidos el pasado noviembre. "Existe la creencia de que las bandas pueden dictar la ley. Los policías carecen de medios para trabajar", añadió.