PARIS 6 Mar. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El Ministerio del Interior francés reforzó ayer la seguridad en los alrededores de las sinagogas de la periferia de París tras tres nuevas agresiones antisemitas cometidas el fin de semana en Sarcelles, localidad al noroeste de la capital y uno de los centros más importantes de la comunidad judía.
Tras recibir a las familias de las víctimas, que fueron agredidas en el espacio de 24 horas en las calles de Sarcelles, el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, confirmó que se instalarán cámaras de vigilancia en el exterior de los centros religiosos y se incrementará el número de patrullas policiales.
El 20 por ciento de los 58.000 habitantes de Sarcelles son de religión judía, y vive principalmente en un barrio conocido como "el pequeño Jerusalén". Se trata de una localidad humilde, en la que conviven personas de muchas religiones, principalmente provenientes de la emigración africana.
"El antisemitismo aumenta en nuestro país. Sería falso no querer verlo", declaró el diputado de la localidad y dirigente socialista, Dominique Strauss-Kahn. Francia vio a decenas de miles de personas manifestarse hace dos domingos contra el antisemitismo, tras el secuestro, tortura y asesinato de un joven comerciante judío de París, Ilan Halimi, por parte de una banda convencida de que "judío es igual a dinero".
La Policía detuvo a los agresores de un joven judío de Sarcelles, de 28 años, a quien golpearon repetidamente el pasado sábado, al advertir que llevaba una kipá o gorro judío. Los investigadores intentan descubrir si los sospechosos también fueron los autores del resto de ataques, cometidos el día anterior, aunque los primeros indicios apuntan a que se trata de hechos diferentes y con otros responsables.