Francia.- Le Pen vuelve a amenazar la campaña presidencial desde los extremos

Europa Press Internacional
Actualizado: sábado, 21 abril 2007 15:11

PARÍS 21 Abr. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -

El candidato a las elecciones presidenciales francesas de la formación de extrema derecha Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, pronostica que mañana se repetirá "el 21 de abril de 2002", fecha en la que logró clasificarse para la segunda vuelta de los comicios presidenciales al obtener un 16,86 por ciento, siete décimas porcentuales más que Lionel Jospin, el candidato que, según los sondeos, tendría que haber disputado a Jacques Chirac la Presidencia de la República.

Sin embargo, Le Pen, de 78 años de edad, mantiene que en la primera votación de la elección presidencial que se celebrará mañana "el Jospin de 2007" será Nicolas Sarkozy, el aspirante a la jefatura del Estado galo del partido gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP) que parte como favorito según los sondeos.

Precisamente los estudios de opinión atribuyen a Le Pen este año una cifra que ronda el 15 por ciento, un porcentaje tan insuficiente para que esté presente en la segunda vuelta de las presidenciales como el que se le atribuía en 2002.

En esta campaña presidencial, Le Pen ha visto saltar por los aires el monopolio de los temas relacionados con la identidad nacional del que ha disfrutado hasta ahora. El principal responsable es Nicolas Sarkozy, quien ha querido en esta campaña que se "hable de Francia" y de su "identidad nacional". Esta voluntad explica la proposición del aspirante de la UMP de crear, si es elegido presidente de la República, un Ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional.

En los últimos compases de la campaña oficial, Le Pen ha querido dejar claro a Sarkozy que no será gratuito el que vaya persuadir a parte de su electorado con medidas como esa. Por esa razón, lo ha tratado de "gentuza" e incluso de "candidato de la inmigración", calificativos a los que el candidato de la UMP ha respondido: "el señor Le Pen no me interesa, me interesa su electorado".

Sin duda, en la extrema derecha del panorama político, es el quince por ciento de electores de Le Pen el que interesa a Sarkozy y no el uno por ciento que los sondeos atribuyen a Phillipe de Villiers, el candidato soberanista del Movimiento por Francia ni el porcentaje apenas imperceptible --entre 0 y 0,5 por ciento-- atribuido al candidato tradicionalista, Frédéric Nihous, del partido Caza, Pesca, Naturaleza y Tradiciones.

Por su parte, Ségolène Royal, aspirante a las elecciones presidenciales francesas de Partido Socialista (PS) francés, también está obligada a interesarse por el electorado de un extremo político.

Según explicó a Europa Press, Gilles Candar, historiador de la izquierda francesa coautor de 'Histoire des gauches en France' (historia de las izquierdas de Francia), el interés de Royal por el electorado de la extrema izquierda reside en que "los electores de los candidatos de los partidos de extrema izquierda van votar socialista en la segunda ronda, algo que obliga a la candidata a no separarse de ellos pues pertenecen al pueblo de la izquierda".

La extrema izquierda es un vivero de intención de voto que en Francia representa hoy, según los sondeos, entre un 11 y un 14 por ciento de los votos. En la elección presidencial de 2002, los candidatos de extrema izquierda consiguieron un 14 por ciento de las papeletas.

Como en 2002, la extrema izquierda se presenta atomizada pues la representan seis candidatos: la del Partido Comunista Francés, Marie-George Buffet; la aspirante de Los Verdes Dominique Voynet; el trío de candidatos trotskistas, Arlette Laguiller, de Lucha Obrera, Olivier Besançenot, de la Liga Comunista Revolucionaria, Gerard Schivardi, del Partido de los Trabajadores; y, finalmente, el líder "altermundialista", José Bové.

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