PARIS 9 Oct. (Del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
La oposición francesa expresó hoy su apoyo a la decisión del Gobierno, anunciada ayer por el primer ministro, Dominique de Villepin, de prohibir fumar en los lugares públicos, como escuelas, tiendas, transportes o ministerios, a partir del 1 de febrero de 2007.
El portavoz del Partido Socialista francés (PS), Julien Dray, mostró su acuerdo con la ley prevista por el Gobierno, pero exigió "medidas de acompañamiento" para que los cafés y los bares puedan adaptarse a las nuevas reglas.
El proyecto gubernamental incluye una moratoria de un año para este tipo de locales. Una medida de gracia que no convence a los responsables del sector, quienes han solicitado al Ejecutivo un periodo de cinco años antes de prohibir fumar en su interior.
Julien Dray expuso que la necesidad de que el Gobierno ayude a estos locales porque "no se trata de perseguir" a los fumadores. El PS propuso que se permitan espacios específicos para fumadores en bares y restaurantes.
La centrista UDF también respaldó la ley del Gobierno y apuntó que debería haber adoptado antes la prohibición de fumar en lugares públicos, como ya ha ocurrido en otros países europeos, como Italia y España.
El Gobierno, por su parte, anunció hoy que el Estado va a doblar las subvenciones de ayuda a las asociaciones dedicadas a la lucha contra el tabaquismo. El primer ministro, Dominique de Villepin, y el ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, se entrevistaron hoy con los representantes de estos colectivos.
Villepin recordó ayer, durante el anuncio de la nueva ley, las trece muertes diarias que el consumo de tabaco causa en Francia. Y precisó que el decreto se aprobará en dos fases, el próximo mes de noviembre.