PARIS, 19 Oct. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El ministro de Interior francés, Nicolas Sarkozy, propuso hoy que "los agresores de policías, gendarmes y bomberos" sean juzgados a partir de ahora por tribunales de lo criminal, una medida en respuesta a las numerosas agresiones contra las fuerzas del orden registradas en las últimas semanas en barrio sensibles.
"Haré votar un texto en mi proyecto de ley sobre la prevención de la delincuencia que enviará a tribunales de lo criminal a quienes atenten contra la integridad física de policías, gendarmes o bomberos", explicó el titular de Interior, a escasos días de que se cumpla un año de la revuelta de los suburbios, que provocó más de 7.000 detenciones en los disturbios contra las fuerzas del orden regitrados en los barrios más empobrecidos del país.
En relación con este aniversario, Sarkozy declaró que no celebrará "un aniversario que no tiene sentido", en relación a las preguntas de los periodistas sobre los acontecimientos de hace un año. "Tengo la intención de que los habitantes de los barrios vivan tranquilamente y en toda seguridad y encuentro que estas conmemoraciones no tienen sentido", criticó el también presidente del partido mayoritario del centroderecha, la UMP.
"Hay que dejar de excitar las cosas creando artificialmente problemas", censuró el dirigente conservador. "Todo este nerviosismo mediático no tiene ningún sentido. No creemos las condiciones artificiales de una agitación que no debe producirse", insistió.
Asimismo, la Policía detuvo hoy en Epinay-sur-Seinea a ocho jóvenes, de entre 17 y 21 años, sospechosos de haber atacado a una patrulla policial, a la que tendieron una trampa el pasado viernes. Uno de los agentes fue herido en la cara. Los policías debieron hacer uso de sus armas de fuego y aseguraron que también los agresores dispararon armas de fuego.
La Policía también comunicó hoy la detención de tres personas, una de ellas menor de 18 años, por la agresión contra tres agentes de policía el pasado sábado. Los hechos ocurrieron en Massy, en la periferia sur de París, cuando los policías intentaron detener al conductor de una moto de campo a través que circulaba sin casco. Una veintena de jóvenes les rodearon, increparon y les agredieron con piedras.
