PARIS, 5 Abr. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, declaró hoy en la Asamblea Nacional que asumirá "naturalmente todas las conclusiones necesarias" que se deriven, "en los próximos días", de las negociaciones iniciadas hoy, entre la mayoría parlamentaria de la UMP (centroderecha, en el Gobierno) y los sindicatos y organizaciones estudiantiles, para resolver la crisis del Contrato Primer Empleo (CPE).
Con estas palabras, Villepin abre la puerta a una posible dimisión en caso de que se abrogue la ley del 'contrato joven', promulgada el pasado domingo por el presidente Jacques Chirac, y que el primer ministro defendió hasta que fue retirado por el jefe del Estado de la gestión de la crisis.
"Asumiré la cita. No dejaré a nadie más sacar las conclusiones que se impongan", asumió Villepin públicamente, en la Asamblea Nacional. "Lo haré, porque no tengo otro objetivo ni preocupación que servir al interés nacional", agregó el jefe del Gobierno.
El primer ministro recordó que Chirac "fijó un marco y un método" para estas conversaciones, que deberían, según el jefe del Estado, responder sólo a dos puntos controvertidos del CPE: la duración de dos años del periodo de prueba y el despido libre.
Tras la humillación de ver cómo su rival y 'número dos', el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, se hace con losmandos de la negociación con los sindicatos, Villepin responde así a la exigencia de abrogación proclamada hoy por los sindicatos.
El "grupo de los doce", formado por los ocho sindicatos y las cuatro organizaciones estudiantiles que han comandado la movilización contra el 'contrato joven', decidió hoy dar un ultimátum al Gobierno y exigir la abrogación del CPE antes del 17 de abril. Ésta será la reivindicación unánime de las doce organizaciones durante las negociaciones que mantendrán por separado, a partir de hoy, con el grupo parlamentario de la UMP. "Nuestro objetivo no es negociar cambios en el CPE, sino obtener su abrogación", confirmaron estos movimientos.
La crisis del CPE ha tenido como principal consecuencia política el debilitamiento de la posición del primer ministro, Dominique de Villepin. Un sondeo de 'L'Express' indica que el 45 por ciento de los franceses desea su dimisión, frente a a opinión contraria de un 49 por ciento. Villepin ha caído 14 puntos en las encuestas de popularidad, hasta el 28 por ciento de opiniones positivas, tras dos meses de desgaste por este conflicto social.
"¿Para qué sirve Villepin?", se preguntó hoy el diario 'Le Parisien' en su principal título de portada. El diario estima que la situación actual, con el jefe del Gobierno apartado de la negociación, sin interlocución con los sindicatos, debilitado ante la opinión pública y con un escaso margen para llevar a cabo otras reformas abre la cuestión de su posible dimisión.
François Bayrou, presidente de la formación centrista UDF, subrayó hoy la situación "muy frágil" del primer ministro, a tenor de las divisiones existentes en el seno del centroderecha entre los partidarios de Villepin y los del ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.
