PARIS 30 Mar. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Javier Gómez Muñoz) -
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, amenazó al presidente Jacques Chirac con dimitir si éste no apoyaba su decisión de aprobar los nuevos contratos jóvenes, a pesar de las masivas manifestaciones de estudiantes y sindicatos, según afirma hoy el diario 'Le Parisien'. La necesaria promulgación de la ley por parte del presidente, condición exigida por el jefe del Gobierno, depende de la decisión que adopte, hoy, el Consejo Constitucional en su dictamen sobre la ley.
Villepin avisó al jefe del Estado el pasado martes, mientras se producía una masiva jornada de protestas contra su plan de empleo juvenil, de que se niega a retirar, suspender o desnaturalizar el proyecto, que supone incluir un periodo de prueba de 24 meses en los contratos de los menores de 26 años. Durante ese lapso, el empleador puede rescindir el contrato sin estar obligado a aportar una justificación.
Los dos máximos dirigetes del Estado deben enfrentarse, sin embargo, a un consenso total en la opinión pública, en contra de la medida y de la gestión de la crisis hecha por el Ejecutivo. Ocho de cada diez franceses (83 por ciento) desean o la "retirada" directa de la reforma (41%) o su "suspensión" (42%), mientras se alcanza una solución, según un sondeo de 'Le Parisien'. Otra encuesta, de la televisión LCI, indica que el porcentaje de quienes rechazan estos contratos sube hasta el 92 por ciento (47 a favor de la retirada y 45, de la suspensión).
Villepin rechaza de plano cualquiera de las dos hipótesis. La primera es la esgrimida por sindicatos, estudiantes y oposición, y la segunda por una parte del centroderecha, comandada por el 'número dos' del Gobierno, Nicolas Sarkozy. Sólo 12 de cada 100 franceses están de acuerdo en la posición del líder del Gobierno de mantener el proyecto tal como está.
Además, el 62 por ciento de los ciudadanos se declara "solidario" de la movilización contra los Contratos Primer Empleo (CPE), que tendrá un nuevo capítulo el próximo martes 4 de abril, tras el anuncio hecho ayer por los sindicatos. Sólo el 27 por ciento ve con malos ojos una protesta que reunió, anteayer, a más de un millón de personas en manifestaciones por todo el país.
Los franceses consideran que el jefe del Gobierno es el culpable de la actual crisis. El 77 por ciento estima que Villepin no escucha lo suficiente a los franceses, la mitad está convencida de que "no sabe dónde va" con esta reforma y también son mayoría quienes creen que no es competente (47 por ciento contra 41).
CONSEJO CONSTITUCIONAL
El Consejo Constitucional, por otra parte, se pronuncia esta tarde sobre la constitucionalidad de la ley, después del recurso presentado por el Partido Socialista. Si los magistrados dan luz verde a la promulgación del texto, el presidente Chirac tendrá nueve días para firmarlo y que entre en vigor.
En caso contrario, el Ejecutivo se vería obligado a devolver la norma a la Asamblea Nacional para su revisión, lo que ofrecería una nueva posibilidad de acuerdo a Gobierno y sindicatos. La mayoría de los medios de comunicación galos se decanta por una aprobación tal cual de la ley por parte del Consejo Constitucional.
Las protestas de los estudiantes anti CPE prosiguieron esta mañana, con el corte de los accesos por carretera a varias grandes ciudades. La ocupación de las vías de circunvalación de Nantes (noroeste) provocó a primera hora kilómetros de atascos, así como en torno a Aix-en-Provence (sureste) y Lille (norte). También debieron suspenderse varios trenes tras la entrada de militantes anti CPE en las vías férreas de la estación de Brest (noroeste).