Las fuerzas especiales se unen a las tropas irregulares en Benghazi contra los islamistas

Europa Press Internacional
Actualizado: lunes, 19 mayo 2014 19:44

BENGHAZI 19 May. (Reuters/EP) -

El comandante de las Fuerzas Especiales de Libia en Benghazi, Wanis Bujamada, ha anunciado este lunes que sus hombres se han unido a la 'Operación Dignidad' lanzada por el general retirado Jalifa Haftar, que lidera el autoproclamado Ejército Nacional de Libia, contra las milicias islamistas de dicha ciudad.

"Estamos con Haftar", ha dicho el alto cargo militar libio a la agencia de noticias Reuters desde Benghazi.

Haftar lanzó el pasado viernes la 'Operación Dignidad' bombardeando las bases de Ansar al Sharia, vinculado a Al Qaeda, y de otro grupo islamista en Benghazi, dando lugar a un duro enfrentamiento que dejó al menos 43 muertos y 150 heridos.

Un día después, los hombres de Haftar atacaron con armas antiaéreas y lanzagranadas el Parlamento libio enfrentándose a las fuerzas regulares. Los milicianos entraron en la sede legislativa, le prendieron fuego y después se marcharon, según vecinos de la zona.

En este contexto, el Gobierno libio consideró la ofensiva de Haftar, que incluso cuenta con el apoyo de unidades aéreas, como el equivalente a un "golpe de Estado", en palabras del portavoz oficial Nuri Abú Sahmein.

El general retirado declaró que no tenía intención de detenerse y negó que el suyo sea un intento de derrocar al Ejecutivo. "Hoy es el inicio de una batalla nacional. No es ni un golpe, ni un intento de asumir la autoridad", respondió.

"Tenemos la legitimidad de los civiles que sufren diariamente por los asesinatos en la Policía y en las Fuerzas Armadas. Estamos combatiendo a las milicias que amenazan la estabilidad del país", dijo, por su parte, Mohamed al Hejazi, uno de los portavoces de Haftar.

Con su propio Ejército todavía recibiendo entrenamiento, el Gobierno libio no puede controlar las brigadas de antiguos rebeldes y milicianos que otrora combatieron al régimen de Gadafi pero que ahora se han negado a desarmarse y a menudo han retado al Estado.

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